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“Un Airbnb para perros”. Así define Rob Cuevas, cofundador de Kmimos, a su plataforma que conecta a dueños de perros con una red de cuidadores. La idea es que todos aquellos que ven a su mascota como un hijo, puedan viajar sin preocuparse por su seguridad todo el tiempo.

Los cuidadores reciben a los canes en su propia casa, y casi siempre van por ellos hasta tu hogar. Su perfil puede ser consultado en el sitio web de la comunidad. Cada uno explica lo que ofrece: áreas verdes, paseos diarios y otros servicios. También aclaran sus restricciones de raza, tamaño o requerimientos especiales. La tarifa de la estancia es por noche y la propone el anfitrión.

Disponible desde 2015, es una iniciativa mexicana a cargo de Cuevas y Roberto González. Su concepto es de economía colaborativa.

A prueba de desconfiados

El principal reto es ganar la confianza de los usuarios. Al respecto, Cuevas destaca los criterios para aceptar a un cuidador.

Para ser reconocido como tal, hay que tener conocimientos veterinarios básicos, de alimentación y trato con animales.

También se deben superar pruebas psicométricas y una inspección. Las evaluaciones fueron diseñadas por veterinarios.

Como usuario es posible solicitar imágenes y videos diarios al anfitrión. Antes de reservar, tienes derecho a visitar la propiedad donde tu compañero de cuatro patas estará hospedado. Cuando tu viaje termine, debes evaluar al cuidador.

Expertas opinan

Isis Reyes lleva 10 años con mascotas. Su mejor amigo es Mikey, un schnauzer gris. Su casa a menudo es un refugio para perros en busca de una familia que realmente desee hacerse cargo de ellos. Solo puede irse de vacaciones llevando a Mikey con ella. De lo contrario, prefiere no viajar.

Ante los cuidados extremos que tiene con su “perrhijo”, Isis se negaría a buscarle hospedaje, pero le gustaría ofrecerse como cuidadora, y la propuesta de Kmimos le parece confiable.

En cambio, la entrenadora profesional Jena Olio, fundadora del centro de entrenamiento ClickerPets, dice que jamás recurriría a esta opción por tratarse de cuidadores no certificados oficialmente, con preparación especializada.

Aun así, podría recomendarlo en casos particulares, como un dueño que busca tratamiento casi exclusivo para su mascota.

La entrenadora, certificada por la Academia Karen Pryor, en Estados Unidos, asegura que lo más importante es asegurar que tu perro tendrá atención y no estará encerrado. Aquellos que nunca salen de casa pueden presentar ansiedad por separación, pero si están bien socializados se adaptarán rápido. Así que, si piensas que él no podrá vivir unos días sin ti, estás equivocado.

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