A Paola Longoria “se la hacen cardiaca" en el Senado de la República. La racquetbolista número uno del ranking mundial recibiría hoy al mediodía la Medalla Iberoamericana Fundación Honoris Causa, pero una mala organización en la logística de la agenda del órgano legislativo impidió que el acto se efectuara. Se le notificó que la ceremonia se realizaría a las 5:30 horas, pero minutos después le indicaron que sería a las 19:50.

Longoria López llegó puntual a la cita, ataviada en un traje gris, digno de la ocasión. En la entrada del recinto protocolario no tenían conocimiento del hecho. Al revisar las órdenes de actividades no estaba contemplado tal acto en el auditorio Octavio Paz, lugar supuestamente asignado para recibir los honores como deportista destacada; en su defecto se efectuaba un seminario para hacer negocios con Egipto.

Paola estaba fúrica, pero supo guardar la compostura, pese a que dejó varias actividades pendientes, entre ellas, entrenar. “Molesta que no tengan las atenciones pertinentes para avisar con antelación del cambio de planes, por cualquier circunstancia”, manifestaba la potosina con enfado. Mejor era retirarse, ir a comer con la familia y regresar en la tarde.

Unas horas antes la tricampeona panamericana obtuvo un ascenso por parte del Ejército Mexicano. Ella forma parte de las fuerzas castrenses. Ahí también se le reconoce su esfuerzo, fruto de sus 17 años de su carrera deportiva.

Pasado el trago amargo, Longoria manifiesta:“Es una gran satisfacción y un honor recibir este reconocimiento por parte de la Fundación Honoris Causa, donde precisamente reconocen mi trayectoria deportiva, lo recibo con el compromiso de poner a México en lo más alto y seguir con esa entrega,  esfuerzo y disciplina  que le pongo a cada una de mis competencias y entrenamientos”.

La racquetbolista no quita el dedo del renglón para coadyuvar a que la disciplina sea integrada en el programa olímpico. “Asistí  a un foro de la Odepa la semana pasada en Miami,  donde había gente del COI  a la que expuse mi preocupación de que podamos incluir este deporte en Juegos Olímpicos. No es un proceso fácil. El COI necesita sacar un deporte para que pueda entrar el racquetbol. Esto es por medio de votos, es por medio de las federaciones internacionales. Si por mi fuera, ya lo hubiera hecho. Me apoyaba Mario Vàzquez Raña, pero falleció y se estancó el proceso”.

Por lo pronto, Longoria participará como comentarista de televisión durante la justa veraniega en Río. Hará cápsulas de atletas. La conducción le llama la atención. Tiene tablas, gracias a que  ya tuvo un programa en Monterrey, pero lo tuvo que dejar por su apretada agenda.

Entre sus intenciones futuras está ser dirigente. “La verdad, sí me llama la atención. Estudié la maestría en Ciencias Políticas y el próximo año quiero tomar un diplomado de Administración Pública; me encantaría estar en la Conade y hacer mejoras en el deporte mexicano, no porque llegue yo ya lo voy a cambiar al 100 por ciento, pero sumarme al compromiso. Como deportista he visto las necesidades que uno como deportista necesita. Ya cuando venga el retiro, por qué no estar en ese carril”.

Ella es un torbellino. No para. Si todo sale bien la próxima semana igualará el récord de las siete temporadas invicta, que tiene la estadounidense Michelle Gould. En julio viene el campeonato del mundo por lo que ya se prepara para refrendar el título tanto en singles y dobles.

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