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La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos podría dejar a México sin Mundial en 2026, para el que es uno de los candidatos, aunque no de manera oficial.

Analistas y legisladores advierten que el magnate puede tensar la relación bilaterial, al grado de que FIFA decida ya no darle la sede a Concacaf o que sólo se la quede en solitario el país de las barras y las estrellas.

“Ya no es tan accesible [que México sea sede], porque el evento no va a ser como hace muchos años y más porque Trump no tiene una política de acercamiento”, señala Erasmo Zarazúa, docente en el Departamento de Estudios Internacionales de Universidad Iberoamericana. “En caso de que la FIFA vea que el nuevo gobierno de Estados Unidos entorpecería el evento, se lo podría dar a China”, añade.

El negocio mundialista dejó ganancias para Brasil en 2014 de 5 mil millones de dólares por el rubro de turismo, recursos que Trump pudiera querer sólo para su país y no compartir con México. El argumento principal es que Estados Unidos cuenta con infraestructura suficiente para albergar una justa con 48 selecciones.

Incluso, la inversión del vecino del norte en instalaciones deportivas, telecomunicaciones y transportación serían mínimas.

A la cuestión económica se suma la beligerancia en el discurso político del republicano. Armando Ríos Piter, senador por el Partido de la Revolución Democrática, señala que el sucesor de Barack Obama en la Casa Blanca ha dejado en claro su enemistad hacia los mexicanos, por lo que es posible que busque que la Copa del Mundo se juegue en EU, sin mayores aliados.

Uno de los principales requisitos que impone FIFA para definir la sede del magno evento futbolístico es el respaldo de los gobiernos en turno. El tiempo luce contra México, ya que está programado que en el Congreso del organismo rector del futbol de este año se designe a quienes recibirán el evento.

“El hecho de querer levantar un muro es un acto de enemistad contra nosotros, más allá de quién lo pague hay que llamarlo así, un acto de enemistad... Posiblemente esto [la candidatura mundialista] pueda estar en riesgo”, considera el impulsor de la “Operación Monarca”, que se espera pueda ayudar a los migrantes en suelo estadounidense.

“No podría pensar en algo que tiene un enorme atractivo que es algo potente y que significa hermandad entre dos países, de pronto, alguien como el nuevo presidente de buenas a primeras las quiere deshacer, aunque es posible que sí, porque este señor tiene esa actitud”, avisa el legislador de la Cámara Alta.

Ríos Píter anhela aún optimista: “Espero que [Trump] no se quiera comer el pastel solo. Que no caiga en condiciones tan absurdas. Hay que tener una política de dignidad y firmeza y en todos los temas, incluido el futbol”.

“Es una cuestión interesante. Esperaría que tengamos aliados en Estados Unidos que ven que una dinámica tan importante y constructiva, que es el futbol compartido pueda mantenerse. Hay una visión en la Oficina Oval que busca vernos como enemigos, pero hay otra parte que les gusta el futbol y que sabe que México es mejor que ellos y les gusta echarse cascarita con nosotros”, agrega Ríos Píter.

Trump no quitará Mundial. Rubén Aguilar, quien fuera vocero de Presidencia de Vicente Fox, expone su punto de vista. “No creo que le interese (a Trump) quitarle la candidatura a México. Me parece, en todo caso, que no se va a a meter, por los intereses económicos de ambas partes se van a terminar por imponer, porque hay intereses involucrados”.

“Sin duda, Trump va a complicar la relación en el área, en todos los niveles, pero yo pienso que en particular, el futbol es un gigantesco negocio, donde están implicados muchos intereses. La FIFA misma es un negocio, el Mundial es un gran negocio y tiene una lógica diversa a la acción política y va a depender de los aliados del negocio. Siendo tan pronto la propuesta, no va a tener influencia. La lógica del negocio se impondrá”, precisa.

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