Liga, Copa y Champions. Los tres trofeos conquistados esta temporada por el Barcelona y la canción que los celebra presidieron hoy el festejo de los tricampeones azulgrana por las calles de la capital catalana.

Durante más de tres horas, subidos en un autobús descapotable que exhibía las tres copas en su frontal, los flamantes campeones de Europa compartieron la vigésimo tercera Liga, la vigésimo séptima Copa y la quinta Copa de Europa logradas este temporada con los miles y miles de aficionados que se lanzaron a las calles de la ciudad para seguir la "rúa" del tricampeón.

Rotulado con los colores azulgrana y el lema "Segundo triplete, seguimos haciendo historia" , el autobús recorrió algunas de las principales avenidas de la capital catalana con los jugadores en pleno apogeo festivo.

Como acostumbra, Gerard Piqué ejerció de maestro de ceremonias de una celebración regada con alcohol y amenizada por la música de un pinchadiscos (tocadiscos) y por un "speaker" que no dejó de recordar que "el Barcelona es el único equipo del mundo que ha logrado dos tripletes" en la historia del fútbol.

Emocionados, adultos, niños y ancianos ataviados con sus camisetas azulgrana saludaron a los tricampeones, que se lo pasaron de lo lindo durante todo el recorrido.

Xavi, envuelto con las banderas catalana y del Barcelona, se situó en la parte trasera del autobús y observó divertido cómo Piqué pateaba y bateaba las zapatillas de varios de sus compañeros, que los hinchas recogieron como un tesoro.

El grupo brasileño encabezado por Dani Alves y Neymar no se cansó de celebrar su particular fiesta "brazuca" , mientras unos cañones escupían toneladas de confetti (papel picado) sobre los hinchas que llenaban las calles de Barcelona.

El argentino Javier Mascherano exhibió su integración calándose una "barretina" -el gorro típico catalán- y haciendo una enorme "estelada" , la bandera con estrella de los independentistas catalanes.

Su compatriota Lionel Messi, uno de los jugadores más coreados por la hinchada junto a Xavi y al técnico Luis Enrique, fue más discreto y, como en la cancha, exhibió complicidad con Luis Suárez, que se puso la bandera uruguaya de falda, y con Neymar, que también se envolvió en la brasileña.

La "rúa" fue el preludio de la fiesta final en un Camp Nou cercano al pleno donde el club azulgrana homenajeó los tres títulos conquistados esta temporada y recordó las cinco Copas de Europa logradas por el equipo a lo largo de su centenaria historia, antes de que los jugadores y el técnico tomaran la palabra para agradecer el apoyo de la hinchada y despedir, felices, una temporada histórica.

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