Historiadores de arte alemanes encontraron 59 esculturas de importantes artistas italianos renacentistas que se consideraban perdidas desde la Segunda Guerra Mundial.

Las obras de arte, pertenecientes a la colección de Berlín, fueron halladas en el Pushkin Museum de Moscú, indicó The Art Newspaper.

Se descubrieron trabajos de Donatello, Luca della Robbya, Nicola y Giovanni Pisano, Andrea del Verrocchio, Francesco Laurana y Mino da Fiesole, que estuvieron almacenadas en el Bode Museum de la ciudad –en aquel entonces conocido como el Kaiser Friedrich Museum– antes de la guerra.

Dichas esculturas eran parte del tesoro de Berlín, el cual fue almacenado en una torre de fuego antiaéreo para protegerlas del bombardeo que sufrió en 1944 el distrito de Friedrischshain.

En mayo de 1945, el edificio donde se encontraban fue derrumbado por fuego enemigo y muchos de los trabajos ahí almacenados se creyeron perdidos, incluyendo una pintura de St. Matthew hecha por Caravaggio. Todo lo que quedó fue recogido por tropas soviéticas y transportado de regreso a Moscú.

Los historiadores de arte alemanes han intentado confirmar lo que se perdió en la guerra y lo que sobrevivió en la Unión Soviética, pero los resultados no han sido favorables; por su parte, museos alemanes y rusos han colaborado desde el 2005 en un vasto número de proyectos enfocados a la investigación del paradero de las obras de arte perdidas de ambos países.

"La mayoría de las esculturas están dañadas, algunas incluso están fragmentadas", dijo Neville Rowley, curador de arte renacentista italiana del Bode Museum, en entrevista con The Art Newspaper. Rowley fue parte del equipo de búsqueda.

"No las podemos mostrar por el estado en el que se encuentran. Pero tenemos planes de exhibirlas en el Museo Pushkin una vez que sean restauradas",confirmó.

Botin bélico

Después de la Segunda Guerra Mundial, la "Trophy Brigades" del Ejército Rojo saqueó más de 2.6 millones de obras de arte del este de Alemania justificándolo como la reparación de la destrucción de la herencia cultural soviética que las tropas alemanas cometieron durante la guerra. En 1958, como un gesto de amistad hacia el régimen comunista del Este de Alemania, la Unión Soviética regresó 1.5 millones de obras, entre ellas los frisos del Altar de Pérgamo.

Alrededor de un millón de obras de arte aún permanecen en Rusia y otros estados Soviéticos, así como millones de libros y material de archivo. Alemania ve éstos como su propiedad, pero Rusia se rehusa a regresarlos, considerándolos una compensación por las pérdidas, y para confirmarlo la duma (asamblea representativa soviética) declaró en 1996 una ley que volvió todas estas obras y trabajos propiedad del país.

Mientras los esfuerzos políticos para encontrar una solución al problema de propiedad siguen fallando, los proyectos de investigación en el museo apuntan a localizar, identificar, restaurar y eventualmente exhibir los tesoros perdidos.

fod/sc

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