El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) suspendió ayer los trabajos de intervención que se realizaban en el Hemiciclo a Juárez, en la Alameda Central, luego de que restauradores advirtieran a través de redes sociales que el monumento estaba siendo mal intervenido. Sin embargo, el INAH actuó tarde. La Coordinación Nacional de Monumentos Históricos colocó el sello ayer por la mañana, cuando la empresa contratada por la Autoridad del Espacio Público (AEP) ya había culminado con  las obras  de mantenimiento.

De acuerdo con Roberto Remes, quien asumió la titularidad  de la AEP esta semana, adquirieron la autorización del INAH  para darle mantenimiento al monumento el 11 de enero pasado; personal de la empresa Megarquitectos, S.A. de C.V.  —que tiene un contrato por 4 millones 80 mil pesos para rehabilitación en toda la Alameda—,   trabajó hasta el jueves en el hemiciclo y, ayer, sólo faltaba retirar andamios.  “La suspensión llegó cuando ya  sólo había que quitar andamios. Los trabajos se hicieron con base en la metodología que se presentó para obtener la autorización”,  dijo en entrevista telefónica.

Rechazó cualquier afectación al monumento dedicado a Benito Juárez y sostuvo que “no se hizo ninguna modificación a la pátina, sino una protección al mármol”.

La restauradora  Verónica Chacón, quien  alertó sobre la intervención a la comunidad de restauradores del grupo en Facebook “Arte y Patrimonio, El Caballito”, relató que el miércoles presenció cuando los trabajadores pintaban   la parte superior del monumento  sin los procesos técnicos y de seguridad que se deben seguir con una pieza de este tipo: “Me di cuenta que estaban pintando porque tenían la aspersora, se veía la capa de pintura fresca... El mármol tiene un acabado hermoso y todo esto ya se perdió, ahora se ve una capa pareja”. Al aplicarle este tipo de pintura que está hecha a base de esmalte, explicó, tarde o temprano, la superficie podría adquirir un color amarillo. “En su momento puede ser algo que estéticamente no se note para la gente que no tiene el ojo,  pero uno que conoce puede verlo”.

Además, añadió, desde ciertos ángulos se ven  los contrastes del tipo de texturas que adquirió el monumento. “Se ve que pintaron  principalmente en el perímetro de arriba y en las columnas, se ve el cambio de textura. En la parte de atrás también se nota, como si fuera una pared blanca”.

Por su parte, Roberto Remes explicó que  los trabajos consistieron en limpieza con jabón no iónico diluido en agua, utilizando cepillos de fibras naturales, liberación de juntas en mal estado e “integración cromática del mármol aplicando pátina artificial al barniz igualando tono y textura del mármol. Esto se aplicó con una brocha, pero no es una pintura; se estaba generando una capa protectora al mármol”, aseguró.

Indicó que ayer por la tarde se reunirían con el INAH y aseguró que no han recibido notificación de alguna sanción por violar la Ley Federal de Monumentos. “No tengo noticias de que vayamos a recibir algún proceso administrativo; es una suspensión para revisar la documentación”, dijo.

El INAH no respondió a ninguna solicitud de información.

La empresa Megarquitectos, fundada en 1979, es encabezada por el arquitecto Gabriel Mérigo Basurto, académico del  Centro de Investigaciones en Arquitectura, Urbanismo y Paisaje de la UNAM. Entre los trabajos realizados  por la compañía están la restauración de portones y fachadas en Palacio Nacional en 2012; de la casa Rivas Mercado. También ha realizado intervenciones en el Antiguo Colegio de San Ildefonso y en  Bellas Artes.

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