El escritor Derek Walcott estaba consciente de su edad y del deterioro de su cuerpo, pero aseguraba que "la poesía es un pozo de fortaleza mental y de poder". Esta mañana se informó sobre la muerte del poeta.


"Aunque mi talante ha tenido variantes, soy el mismo; no estoy senil, ni me siento ni creo verme así, pues de otra manera mi editor no publicaría ninguno de mis libros", dijo el escritor Derek Walcott en la Ciudad de México en 2014.


Esta mañana se informó de la muerte del poeta laureado con el Nobel de Literatura en 1992 por captura la esencia del Caribe. El escritor nacido en 1930 en la ciudad de Castries, Santa Lucía, falleció a los 87 años tras una enfermedad prolongada en su residencia. Era sometido a diálisis y la experiencia de crecer en una isla volcánica aislada influyó en su obra.


El autor de Omeros (1990) y White Egrets (2010) visitó México en el marco del centenario del poeta, ensayista y también ganador del Nobel de Literatura, Octavio Paz.


Durante una conferencia Walcott dijo que Paz sobresalió "no nada más en la literatura, sino que abarcó todo tipo de temas a través de sus obras, por lo que para muchas personas ha sido triste su muerte" y que la huella que dejó es muy profunda, por lo que "pasó de poeta a sabio".


El escritor caribeño destacó en esa misma presentación que Latinoamérica produce una literatura joven y fresca e invitó a voltear a ver a la América continental y al Caribe como una sola América, "porque en las dos partes se está gestando una gran literatura, tal vez porque nuestra historia y trasfondo son similares y eso es lo que reflejan nuestros escritores hoy en día".


En esa ocasión, en abril de 2014, dijo que seguía en recuperación tras sufrir una embolia. Dijo que estaba consciente de su edad y del deterioro de su cuerpo, "pero la poesía es un pozo de fortaleza mental y de poder".

nrv

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