cultura@eluniversal.com.mx

Washington.— Tiene fecha de publicación para dentro de una semana y media y Steven Spielberg ya ha comprado sus derechos para convertirlo en una película, pero Voyeur's Motel, el último libro de Gay Talese, ya ha sido puesto en entredicho.

El veterano escritor y periodista, fundador del “Nuevo Periodismo” junto a Tom Wolfe y experto en mirar a la historia universal a través de la historia mundana, tomó por sorpresa al mundo editorial esta semana al anunciar que no promocionaría su nueva novela al considerar que no puede responder ante su veracidad.

Voyeur's Motel relata las supuestas escenas, mayoritariamente sexuales, contempladas por Gerald Foos, el antiguo propietario de un motel de Colorado (EU) que espiaba a sus inquilinos a través de un pasillo escondido sobre las habitaciones y camuflado como conducto de ventilación.

Talese se basó para escribir el libro en los diarios personales de Foos, quien todavía vive y fecha la mayoría de los sucesos descritos en las décadas de 1970 y 1980, pese a que pesquisas periodísticas posteriores hallaron que este no fue propietario del motel durante gran parte de los 80.

No fue hasta que un periodista del Washington Post hizo notar este hecho a Talese el pasado miércoles que el escritor se dio cuenta de que muchos aspectos del relato de Foos, especialmente las fechas, no cuadraban, y que no podía asegurar la veracidad de su
narración.

“La fuente de mi libro, Gerald Foos, es poco fiable. Es un hombre deshonesto, totalmente deshonesto... Lo hice lo mejor que pude, pero posiblemente no fue lo suficiente. No voy a promocionar este libro. ¿Cómo voy a promocionarlo cuando su credibilidad está por los suelos?”, aseguró el escritor al Washington Post.

Sin embargo, apenas un par de días más tarde, el escritor se retractó y cambió de idea.

“Gerald Foos, nadie lo pone en duda, era un voyeur épico, y, como digo muy claramente en el texto, podría también ser a veces un narrador poco fiable de su propia historia peculiar”, se justificó Gay Talese.

“Cuando hablé con el periodista del Washington Post, estoy seguro de que estaba sorprendido y molesto por este asunto de la propiedad, en los años ochenta. Esto ocurrió después del grueso de los eventos narrados en mi libro, pero yo estaba molesto y probablemente dije algunas cosas que no debí”, agregó.

Talese se retractó de manera tajante: “Quiero ser claro, no estoy renunciando al libro y tampoco mi editor. Si hay detalles para corregir en ediciones posteriores, lo haremos”.

Entre otras cosas, Talese cuenta en Voyeur's Motel, basándose en los diarios de Foos, que su mujer “a veces se unía a él en el ático” para espiar a los huéspedes a mediados de la década de ochenta, pero los registros de propiedad del motel demuestran que éste lo vendió en 1980 y que no lo recompró hasta 1988.

Durante ese tiempo, según los dos propietarios distintos que poseyeron el edificio, Foos no tuvo acceso al mismo, y mucho menos al pasillo escondido desde el que solía espiar a los huéspedes, como relató.

Al ser informado por un reportero del Washington Post sobre la venta y posterior recompra del hotel, Talese aseguró que no las conocía y se mostró “sorprendido, decepcionado y furioso” al perder la confianza de la que prácticamente había sido su única fuente para escribir un libro en el que llevaba años trabajando.

El libro también relata un incidente supuestamente ocurrido en 1977, cuando Foos cuenta que, escondido en el pasillo, vio a un hombre estrangular hasta la muerte a una mujer, algo que denunció a la Policía sin revelar que él había sido testigo ocular.

Talese, sin embargo, no fue capaz de encontrar ningún documento oficial de la época que registrase el crimen,
algo que en el libro achaca a un error de las autoridades en el mantenimiento de documentos de hace casi cuatro décadas.

El suceso que sí aparece en los escritos oficiales de la época es el asesinato de un hombre por parte de un intruso ocurrido en 1984, pero del que sin embargo Talese apenas habla en su libro, algo que con los nuevos hallazgos se explica porque de acuerdo con los registros de propiedad, Foos no poseía entonces el motel.

Fue la poca atención que se prestaba en Voyeur's Motel a este homicidio lo que llevó al Washington Post a iniciar las investigaciones en las que se reveló que Foos vendió el motel en 1980 y que, por tanto, varios de los episodios narrados en el libro tenían que ser inexactos, por lo menos, en cuanto a las fechas.

Contactada por el Post, la editorial responsable de la publicación del libro, Grove/Atlantic books, defendió que “la mayoría” de los eventos narrados son anteriores a 1980, pero admitió que se está considerando la posibilidad de añadir notas al pie de página o una nota del autor en las que se dé fe de los errores o de la información omitida.

Google News

Noticias según tus intereses