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En la Quinta Avenida con Octava, en Playa del Carmen, que figura como uno de los cinco sitios más concurridos (la Quinta ha llegado a tener 15 mil turistas diarios), y a un lado de donde se encuentra el recién inaugurado restaurante Frida Kahlo, durante el primer cuatrimestre de 2017 abrirá sus puertas el Museo Frida Kahlo Riviera Maya, primero que crea Frida Kahlo Corporation, fondo de inversión privada, con sedes en Miami y México, dueño de la marca y del nombre de Frida Kahlo.

Frida Kahlo Corporation es la única autorizada para otorgar licencias de productos que llevan el nombre de la pintora mexicana nacida en 1907.

Kahlo es una artista cuyas obras, en las últimas décadas, se han situado entre las más vendidas en el mercado del arte: su récord en subastas es de poco más de ocho millones de dólares; y es una imagen y marca de la que se venden cientos de productos piratas y que, en el caso de los productos autorizados, las ventas son casi inmediatas a su lanzamiento, aunque no se hace público a cuánto asciende ese mercado.

Así como ha “licenciado” tenis, tequila, ropa, restaurantes, un corsé y una muñeca, entre otros productos, y se prepara para lanzar un perfume (no pirata, como los ha habido), Frida Kahlo Corporation incursiona ahora en el museo que estratégicamente se ubicará al lado del exitoso restaurante:

“El museo es una licencia de la corporación, es el primer museo que se hace con el nombre de Frida Kahlo autorizado por Frida Kahlo Corporation”, dice Beatriz Alvarado, responsable del área administrativa de FK Co., en entrevista telefónica desde Miami.

Los museos asociados al nombre
y obra de Kahlo en México son el Dolores Olmedo, donde se expone la mayor colección de sus pinturas, más de 25; el Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, con los dos talleres de artista creados por Juan O´Gorman, del Instituto Nacional de Bellas Artes; y la Casa Azul, donde vivió la pintora y cuya fachada dice: Museo de Frida Kahlo.

El nombre de Museo Frida Kahlo consta también en el del Fideicomiso Museos Diego Rivera y Frida Kahlo creado ante el Banco de México por Diego Rivera. Fuera de México existe un museo asociado a la pintora, el Gehrke Remund, en Baden Baden, Alemania, que contiene más de 100 reproducciones —autorizadas— de obras de la artista.

El de Quintana Roo. El museo que está por abrirse tiene constituida ya una forma de operación a partir de una Asociación Civil, llamada Museo Frida Kahlo Riviera Maya, que se creó hace alrededor de cinco meses.

El objeto social de la AC, dice —también en entrevista telefónica—, Abraham Mendoza, director de los proyectos culturales de la asociación, es el museo, la difusión de Kahlo y la realización de actividad cultural y académica. Su fin también es hallar otras formas de financiación, de ahí que cuando se pregunta por el presupuesto del nuevo recinto, Mendoza explica: “Se derivará de entradas y artículos que se vendan; la figura de la A.C. permitirá recibir donativos. Incluye que las donaciones sean préstamos de obras”.

De acuerdo con Mendoza, la creación del nuevo museo Frida Kahlo se basó en estudios de mercado que mostraron que alrededor de 20 mil personas visitarían cada mes el espacio, atraídos por la figura de Kahlo.

El Museo Frida Kahlo Riviera Maya ocupará un área de alrededor de 800 metros cuadrados (en extensión es similar al espacio del inmueble de la Casa Azul, aunque no al terreno total de éste). La concepción y museografía es desarrollada por Margen Rojo, y se espera que este octubre, de acuerdo con Alvarado y Mendoza, se conozca el diseño de esa museografía así como el nombre del director del espacio.

El edificio hoy es ocupado por almacenes de una plaza comercial; estará al lado del restaurante que lleva el nombre de la pintora (el segundo que autoriza Frida Kahlo Corporation pues el primero se creó en Morelia).

El presupuesto que se destinará a la creación del museo es de 25 millones de pesos. La distribución precisa y el nombre del arquitecto que hará la obra del museo, son informaciones que la corporación no ofrece. En gran medida, las preguntas acerca del inmueble, piezas que contendrá, los originales de Frida Kahlo que se podrían exponer quedan zanjadas con frases como “existe la posibilidad de...”, “estamos avanzando en las negociaciones”, “estamos checando calendarios”.

A pesar de ello, sobre este museo definido como el que “albergará la imagen de Frida Kahlo”, Mendoza da algunas pistas: “Tendrá un espacio habilitado en el sótano; la curaduría consta de áreas interactivas, de tecnología, ludoteca, y elementos representativos de la vida y obra de Frida Kahlo.”

Más adelante, en la conversación dice que habrá tanto reproducciones autorizadas como reproducciones digitales provenientes de museos como la Casa Azul, al igual que de museos de Bellas Artes. Sobre la distribución espacial, cuenta que el espacio tendrá “un gran vestíbulo donde se va a ofrecer una primera impresión de Kahlo como personaje, un umbral y un espacio íntimos con elementos relevantes de Frida, la intimidad, el dolor, el accidente y las relaciones amorosas”. Precisa que serán tres pisos: “Después de las áreas del umbral y la biográfica, en el tercer piso estará la tienda, con todo el merchandise a la altura de Frida, y con productos oficiales, obviamente, así como catálogos, libros, y todo lo que hay en una tienda de un museo”.

Los primeros años de vida de Frida, por ejemplo, serán centro del recinto, aún así, asegura Mendoza, “es innegable que se va a tener que ir a la biografía y la parte anecdótica, apegados a cuestiones de la historia”.

El museo se basará más en el personaje que en las obras. Es posible, y es tema de negociaciones hoy, que haya piezas en préstamo. Alvarado asegura: “Estamos en cierta capacidad de decir que sí van a existir obras de colección privada”. Y Mendoza agrega: “La exhibición de fotografías y vestimenta sí es una realidad”. El museo acordaría préstamos o rentas de originales; se considera pagar en el Museo Casa Azul por derechos de reproducción de fotografías de la pintora.

El Museo presentará exposiciones de otros artistas, cuyas obras, en algunos casos, dialogan con la de Kahlo. En buena medida, su acervo es diferente del que exhibe la Casa Azul y parece, en parte, más cercano a lo que presenta el Museo de Badén Badén. El museo ofrecerá productos licenciados y autorizados por la corporación. “No está entre nuestro esquema abrir alguna posibilidad a la piratería”, dice Mendoza.

Productos. Frida Kahlo Corporation, que preside el venezolano Carlos Dorado y del que forman parte algunos herederos de la familia de la artista, es un fondo de inversión que maneja la imagen de Frida Kahlo, asociada a su nombre y marca. Mientras que los derechos de obra los tienen el Fideicomiso de los Museos, y el INBA, los de marca y nombre son de la corporación.

Alvarado asegura que los productos que ofrece Frida Kahlo Co. son acordes con la vida de Kahlo, y cita el caso del tequila. Pero, no se puede decir que los Converse o las cubiertas de celulares tengan mucho que ver con ella.

“Más que vender una licencia —asegura Alvarado— tratamos de escoger colaboraciones con empresas que puedan representar la imagen de Frida Kahlo. Más que vender es una colaboración con productos que puedan llegar a un nuevo nicho de admiradores de Frida que es lo que queremos tocar”.

La posibilidad de que el museo, como los tenis, el tequila, las muñecas, se multipliquen, no es está en el horizonte inmediato: “Lo que tratamos de hacer es llevar a Frida a personas que tal vez no tienen oportunidad de conocerla en otras partes del mundo. Para que sea parte de la vida de una juventud que viaja, de padres que llevan a los niños... Sería un sueño poder llevar a Frida Kahlo a otras zonas estratégicas del mundo, pero creo que Frida Kahlo es México, y en México hay dos partes clave: donde ella nació, y donde está el turismo”, concluye Beatriz Alvarado.

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