Con obras maestras de Pollock, Gorky o Rothko, la Real Academia de las Artes de Londres reúne a los genios del expresionismo abstracto en una amplia muestra en la que explora las diversas corrientes del movimiento artístico que dominó EEUU después de la .

Dividida en doce salas, esta exposición, que se presentó hoy a los medios de comunicación, comprende más de 150 óleos, fotografías y esculturas de los artistas destacados del momento, como Philip Guston, Willem de Kooning o Franz Kline.

Con sus trazos dinámicos y colores compactos, el trabajo de estos creadores, de múltiples orígenes e influidos por los acontecimientos históricos de su época, dio lugar al primer movimiento artístico propiamente estadounidense, y uno de los más influyentes en la historia del arte.

Expresionismo abstracto, la primera muestra dedicada a este colectivo en el Reino Unido en seis décadas, estará abierta del 24 de septiembre al 2 de enero de 2017, y posteriormente se trasladará al Museo Guggenheim de Bilbao, donde estará del 3 de febrero al 4 de junio.

En la exposición londinense se ha querido "reevaluar el movimiento", pues, aunque a menudo se percibe como "unificado", en realidad "fue un fenómeno complejo, fluido y con muchos aspectos", según el comisario, David Anfam.

Por ejemplo, no todos los participantes se ubicaron en Nueva York, como suele pensarse, sino que Sam Francis, Mark Tobey o Minor White crearon desde la Costa Oeste, y Clyfford Still siempre mantuvo sus raíces en Dakota del Norte y Canadá.

Tampoco es tan clara la división entre los pintores "del color", como o Barnett Newman, y "los del gesto o acción", como De Kooning o Pollock, subraya Anfam, que señala que todos compartían la visión de "una composición total, sin un punto central".

Esta idea puede apreciarse en las monumentales piezas de estos autores, donde todo el lienzo es un mismo plano, al margen de que esté dominado por las vibrantes franjas de color de Rothko o las salpicaduras de pintura de .

A estos dos artistas se dedican sendas salas, que incluyen algunas de sus piezas más célebres, como "The Mural", pintado por Pollock en 1943, el cuadro más grande de su repertorio y que creó por encargo de la coleccionista Peggy Guggenheim.

Cerca de este lienzo, cuelga "The Eye is the First Circle", que la esposa de Pollock, la pintora Lee Krasner, realizó en gran tamaño y tonos beige y marrones tras su muerte en un accidente de coche en 1956.

La necesidad de "resaltar la presencia humana, incluso en la abstracción" era otra de las motivaciones de estos pintores, que reaccionaron visceralmente a los eventos de su tiempo, como las dos guerras mundiales, la Gran Depresión, el desastre nuclear o la Guerra Fría, reflexiona el comisario.

Robert Motherwell centró su atención en la (1936-39), sobre la que pintó una serie a lo largo de cuarenta años, de la que puede apreciarse, entre otros lienzos, "Elegy to the Spanish Republic".

La muestra londinense dedica también un espacio a la obra de Clyfford Still, uno de los primeros expresionistas y referencia de Pollock y Rothko, que hicieron años más tarde la transición del arte figurativo a la abstracción.

Destaca la sala centrada en Arshile Gorky, donde se incluye "Still Life on a Table", que recuerda al estilo post-cubista de Picasso en el periodo entreguerras, y "Water of the Flowery Mill", que pintó cuatro años antes de su suicidio, en 1948.

Uno de los espacios más interesantes es el dedicado a Kline, cuyos brochazos en negro sobre blanco muestran una gran técnica, y la sala protagonizada por De Kooning, que revela la obsesión de éste con la sexualidad femenina.

La última sala refleja los diferentes caminos que tomaron algunos de estos artistas al final de su carrera, cuando, para horror de la crítica, Philip Guston decidió volver a la figuración, con "Low Tide" (1976).

nrv

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