Los técnicos que supervisan los preparativos para el lanzamiento esta semana de una nueva nave Soyuz tripulada, con destino a la Estación Espacial Internacional (EEI), han detectado un pequeño defecto en el cohete propulsor que está en resolución, informaron fuentes de la industria espacial rusa.

"Durante los ensayos generales del cohete propulsor Soyuz-FG que debe poner en órbita la nave tripulada Soyuz TMA-17M hubo algunas críticas al funcionamiento de cierto hardware. Los especialistas tratan el problema", dijo la fuente citada por la agencia rusa Interfax.

La nueva misión tripulada a la EEI será lanzada a las 21.02 GMT del 22 de julio (23 de julio hora de Moscú y de Kazajistán, donde se sitúa el cosmódromo de Baikonur) con los cosmonautas Oleg Kononenko, ruso, Kjell Lindgren, estadounidense, y Kimiya Yui, japonés.

Pero de acuerdo con la fuente, el lanzamiento podría ser retrasado un día en caso de no resolverse a tiempo el problema.

Esta misión ya había sido retrasada desde mayo, la fecha inicial prevista, hasta julio debido a una serie de fallos registrados por el programa espacial ruso en los últimos meses.

El pasado 28 de abril un fallo del cohete propulsor Soyuz-2.1a hizo fracasar el lanzamiento del carguero espacial Progress M-27M con suministros para la EEI, que se desvió y desintegró.

Unos días después también se perdió un satélite mexicano que iba a ser puesto en órbita al fallar igualmente el cohete portador "Protón".

El último contratiempo tuvo lugar poco antes del regreso a la Tierra de la nave tripulada "Soyuz TMA-15M", cuyos motores se encendieron de forma no programada cuando estaba acoplada a la EEI.

Los recientes problemas en el sector espacial ruso llevaron a la agencia Roscosmos a modificar su calendario de próximos lanzamientos para este año.

El de esta semana será el primer vuelo tripulado después de los recientes fallos.

kal

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