De entrada, 12 millones de clientes en televisión restringida hacen que Televisa sea la empresa con el mayor número de suscriptores en el sector lo que se traduce en más ingresos para la empresa y en una oferta que puede incluir telefonía fija o internet.

Las empresas de Televisa en televisión de paga son Sky, que ofrece el servicio vía satelital, y que cerró el 2016 con 8 millones de suscriptores y ventas anuales por 21 mil 941 millones de pesos. Mientras que en televisión por cable ofrece el servicio a través de Cablemás, Izzi, Cablecom, Televisión Internacional y Cablevisión Red.

Las empresa de televisión por cable de Televisa suman 4 millones 206 mil suscriptores que ofrecen también telefonía fija e internet, lo cual se traduce en 9 millones 731 mil clientes que cuentan con los tres servicios y representaron en 2016 ventas anuales por 31 mil 892 millones de pesos.

Estas cifras al aire probablemente no le digan mucho pero, considerando datos a septiembre de 2016 del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), Televisa acumula el 57.1% de los suscriptores de televisión restringida, seguida por Dish que cuenta con 20.8% de los clientes de este servicio y en tercer lugar se ubica Megacable con 14.8% de los suscriptores.

Por otra parte, en el sector de las telecomunicaciones y radiodifusión se utiliza el Índice de Herfindahl-Hirschman (IHH), que en un rango entre uno y 10 mil mide la concentración de los mercados, es decir, que mientras más alto sea el Índice, el mercado es más concentrado y menos competitivo.

Pues bien, según los datos del IFT al tercer trimestre de 2016, el IHH en televisión de paga fue de tres mil 918 lo que significa una disminución de sólo 125 puntos desde el mismo periodo de 2014.

¿Qué pasará con Televisa?

Al tener poder sustancial de mercado en televisión de paga, el regulador podría imponerle reglas específicas para permitir que haya mayor competencia en el mercado y que los usuarios del servicio tengan más opciones a precios competitivos.

Por lo que el IFT puede imponer medidas como la obligación de compartir su infraestructura para que otros concesionarios puedan acceder a su red pública de televisión de paga, registrar y hacer públicas sus tarifas, obligaciones específicas para que la empresa reporte la calidad de su servicio e, incluso, quitarle la oportunidad de transmitir de manera gratuita contenidos de televisión abierta.

ml

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