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La apertura del mercado del gas LP se hizo “sobre las rodillas” porque Petróleos Mexicanos (Pemex) vende por debajo del costo real, lo que obstruye la competencia, mientras se sigue subsidiando a empresas gaseras, asegura el diputado del Partido Acción Nacional (PAN) e integrante de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, Federico Döring.

Lo anterior significa que no hubo una apertura real y que los subsidios que se dan a los distribuidores del combustible ascienden a aproximadamente mil millones de pesos, lo que significa pérdidas, señala en entrevista con EL UNIVERSAL.

Por ello, los precios que la empresa productiva del Estado da a los distribuidores, al igual que el que se ofrece al público, debieran ser más altos, porque se fijó ese valor con respecto a referentes de hace dos meses, pero como se abrió el mercado, para ser competitiva la compañía petrolera vende el energético por debajo de lo que realmente debiera costar.

Lo que habría que ajustarse son 45 centavos de dólar, de manera que no sea dinero para subsidiar al distribuidor de gas LP, sino que se apoye al consumidor final, ya sea otorgándole más dinero vía apoyos a través del programa Prospera.

Considerando el entorno actual, cuando disminuya la cotización del dólar frente al peso se podrían ver precios más bajos del gas LP; sin embargo, esto no se va a ver en el corto plazo por la situación del mercado, menciona Federico Döring.

“Hay que revisar los costos de producción de Pemex, porque podrían estar vendiendo por debajo de su costo real, y eso sería una causal administrativa para los funcionarios que fijaron mal los precios”, dice el integrante de la Comisión de Hacienda.

De acuerdo con el legislador panista, podría haber denuncias contra los organismos reguladores y contra los funcionarios que no aportaron la información correcta para fijar los precios y hacer la apertura del mercado del energético.

Actualmente no se importa gas LP porque sale más barato comprarlo a Pemex, agrega, pero la estructura del precio se hizo tan mal que no es atractivo importarlo.

Asimismo, en las rondas de licitación de bloques petroleros el gobierno tardó un año en saber hacer atractivas las licitaciones, y fue hasta las últimas cuando se vio una mayor participación de empresas, en comparación con los primeros procesos.

“Le quedó grande la reforma energética al gobierno federal; si hubiera sabido colocar y transitar hubiera tenido mejores resultados en las rondas, pero se tardaron un año en cómo hacer una oferta para que el mercado respondiera y fuera atractiva”, advierte.

La política de apertura es correcta; sin embargo, la implementación es pésima tanto en el mercado de gas LP como en el segmento de las gasolinas, considera Döring. Eso muestra que el Ejecutivo no supo cómo implementar los cambios.

En el caso de la reforma de telecomunicaciones, se impulsó la competencia real entre empresas y hay resultados que son evidentes entre la ciudadanía, mientras que en lo referente a la energética se están instrumentando mal los ajustes, destaca el legislador panista.

Dudas sobre gasolinazo

Para el integrante de la Comisión de Hacienda, el gasolinazo se implementó mal, con el inconveniente de que ahora hay anuncios de austeridad de diversas instituciones, lo que va a significar que habrá más recursos para el gobierno federal, sin que el Ejecutivo informe en qué se van a gastar.

El origen del problema es que había problemas para recaudar y por eso subieron los precios de las gasolinas, porque no podía mantenerse el subsidio; sin embargo, en realidad lo que vemos ahora es que el gobierno federal recibirá más recursos, sin etiquetarlos, advierte.

Döring explica que el incremento a las gasolinas podría revertirse disminuyendo el monto del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que se aplica al combustible, pero esa iniciativa debe salir de la Cámara de Diputados, y los legisladores priístas la rechazaron.

“Todo mundo observa quién hace el mayor esfuerzo para regresarle dinero al gobierno federal en el ánimo de ayudarle a las finanzas públicas, pero Presidencia no ha hecho un esfuerzo por decir en qué va a gastarse el dinero”, afirma el diputado.

“Por ejemplo, no sabemos en qué se van a gastar los 3 mil millones de pesos del Instituto Nacional Electoral”, asegura Federico Döring.

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