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La deuda de 15 mil millones de pesos asumida por Pemex para pagar a proveedores pequeños y medianos es un primer paso de un largo proceso de reestructura, aseveró Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

“Todavía es un largo camino el que debe tener la empresa, reestructuración financiera y de enfoque de negocios, de aligeramiento de cargas y de costos, pero para un inicio para reestructurar es importante el paso”, dijo el empresario a EL UNIVERSAL.

Antes de su ponencia, organizada por la Universidad Panamericana (UP), Castañón consideró que el apalancamiento de Pemex es viable y ofrece liquidez a las pymes. “Son créditos puente que le permiten tener salud financiera a las empresas que están muy ‘apasivadas’”, abundó.

Ayer, José Antonio González Anaya, director general de Pemex, informó en su comparecencia ante diputados sobre la deuda para pagar a 85% de los proveedores de bienes y servicios con las que tiene adeudos. La empresa tiene pasivos por 127 mil millones de pesos, por lo que la línea de crédito contribuye a liquidar 12% de los compromisos en dinero.

“El resto de la proveeduría tiene que encontrar mecanismos como el de factoraje que se está haciendo con Nafin, con algunos mecanismos de desincorporación de activos que les permitan tener liquidez”, manifestó.

Innovar para crecer. Castañón habló sobre la necesidad de que las nuevas empresas mexicanas sean disruptivas y desarrollen modelos de negocios innovadores, con el objetivo de impulsar empleos y dinamizar la economía.

Resaltó la necesidad de incrementar la vida de las nuevas empresas, pues cerca de 70% de los pequeños y medianos negocios mueren antes de los cinco años de operación, por lo que invitó a una cultura de innovación.

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