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Los recortes presupuestales a Petróleos Mexicanos (Pemex) aplicados en 2014 y este año ya afectan toda la actividad operativa e incluso han sido obstáculo para avanzar en el combate al robo de combustibles.

De acuerdo con el análisis de los miembros del Consejo de Administración, entre el año pasado y el primer semestre de 2015, la petrolera ha resentido ajustes presupuestales por casi 102 mil millones de pesos, que no solo comprometen sus finanzas sino todos sus resultados en producción y comercialización de crudo, gas y derivados, como gasolinas.

En la sesión 887 extraordinaria, realizada en febrero pasado, el máximo órgano de gobierno de la petrolera fue notificado de que en 2014 hubo seis ajustes presupuestales por 40 mil millones de pesos. De ese monto, 24 mil millones correspondieron a presupuesto de inversión, y el resto al gasto de operación.

A ello se suma el recorte por 62 millones de pesos para este año anunciado el 30 de enero pasado, y queda sin considerarse todavía el previsto para 2016.

Debido a ello, Pemex está reduciendo su actividad para explorar y extraer hidrocarburos de yacimientos en mar y tierra, y tan solo en el primer semestre de este año los trabajos para generar información sísmica, indispensable para detectar las posibles reservas de hidrocarburos, se desplomó 80% tanto en estudios 2D como 3D.

La falta de recursos va más allá, pues según los anexos de la información financiera que Pemex presentó a la Bolsa Mexicana de Valores el pasado 30 de julio, toda vez que la petrolera sacó de operación 36 equipos de perforación en el primer semestre. Además, quedaron fuera de servicio 2 equipos de exploración y 34 de desarrollo, que representan 30.5% del promedio de 118 que estaban en operación el año pasado.

Pemex tiene en operación un promedio de 5 mil 864 pozos productores de petróleo crudo, 515 menos que al inicio del año, así como una reducción de 72 pozos terminados y un retroceso de 4 pozos de exploración.

El efecto directo de un menor dinamismo en el área de exploración es la disminución en el nivel de reservas remanentes de hidrocarburos de 11% al 1 de enero de este año, lo que refleja que el país dejó de disponer de 4 mil 753.6 millones de barriles de petróleo crudo equivalente que podían extraerse económicamente de yacimientos en determinado tiempo, con técnicas de explotación aplicables.

Esa caída en las reservas remanentes equivale a 5.5 años de producción de petróleo crudo a niveles actuales.

Lo anterior contribuyó a que la producción de crudo cayera 8.8% en los primeros seis meses del año, mientras que la de gas se ubica en 3.6% por debajo del mismo lapso de 2014. De hecho, la empresa adelantó que la producción de gas disminuirá 4.87% en el cuatro trimestre en comparación con los primeros tres meses del año.

Afecta a refinación y seguridad. La falta de crudo ha provocado que las refinerías que opera Pemex estén procesando 116 mil barriles diarios menos, afectando la capacidad del sistema para elaborar gasolinas, combustóleo, diesel, gas licuado de petróleo y turbosina. En el primer semestre de 2015 la producción de estos derivados se redujo 11.3%, 15.1%, 6.7%, 12.6% y 16.6%, respectivamente.

La falta de recursos ha invadido también el ámbito de seguridad física de la petrolera, señaló el director, Emilio Lozoya, durante la sesión 887 de Consejo de Administración.

“Dado que las cifras de robo de combustible a la empresa eran alarmantes –con pérdidas para Pemex por 17 mil millones de pesos anuales— se había invertido en un programa piloto que contemplaba el uso de trazadores que pudieran ser prueba irrefutable en tribunales”, dijo.

El programa había sido exitoso, pero su implementación requería recursos, “los cuales eran escasos”, agregó el funcionario durante la reunión.

Por ello, se tomó la decisión de una solución intermedia, que consiste en enviar producto no terminado, sin aditivos finales, de las refinerías a las terminales de almacenamiento.

El problema para la empresa productiva del Estado por los recortes presupuestales también está afectado en el ámbito comercial.

Y es que las ventas totales de la empresa en el país cayeron 111 mil 947 millones de pesos en los primeros seis meses del año contra el mismo semestre de 2014, siendo las gasolinas las que registraron el mayor impacto, con una reducción de 42 mil 980 millones de pesos.

El diesel fue el segundo derivado afectado, con 28 mil 522 millones de pesos abajo del monto reportado un año antes, y en tercer lugar el combustóleo, con 13 mil mdp menos.

Pemex tuvo que recurrir a los mercados externos para importar productos que ayudaron a cubrir la demanda interna. El informe de resultados de la petrolera muestra que entre el 1 de enero y el 30 de junio, la importación de gasolinas aumentó 12.6%; la de diésel 18.4%; la de gas licuado de petróleo 12.2%, y la de turbosina 266.2%.

Las compras en el exterior requirieron de gastos por 10 mil 258 millones de dólares.

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