La agencia de calificación crediticia Moody's recortó la nota de China a A1 desde Aa3 y cambió la perspectiva de negativa a estable citando temores sobre la deuda, anunció este miércoles la entidad en un comunicado.


"El recorte refleja las proyecciones de Moody's de que la solidez financiera de China quede erosionada de alguna forma en los próximos años, a medida que la deuda continúa creciendo mientras que el crecimiento potencial se desacelera", estimó la agencia.


"Aunque las reformas en marcha probablemente logren transformar la economía y el sistema financiero a tiempo, no es probable que si logren evitar un aumento material de la enorme deuda de la economía", estimó la calificadora.


El ministerio chino de Finanzas rechazó poco después la calificación de Moody's acusando a la agencia de haber utilizado un método "inapropiado" para medir los riesgos, sobreestimando "las dificultades que enfrenta la economía china".


Esta decisión se produce en un momento en que China ha lanzado grandes esfuerzos para controlar los riesgos potenciales de préstamos de riesgo, sin regulación que podían tornarse tóxicos y suponer un riesgo para la estabilidad financiera.


Pero varios expertos han expresado su escepticismo sobre la verdadera disposición de Pekín de abandonar el esquema de un flujo amplio de créditos, que ejerce un gran estímulo para el crecimiento.


En el conjunto de 2016, el Producto Interior Bruto chino (PIB) creció un 6.7%, su ritmo más lento en los últimos 25 años.


En este contexto, el propio Gobierno chino redujo sus previsiones de crecimiento del PIB en 2017 a una cifra "en torno al 6,5%".


"El recorte va a afectar con seguridad a China de una forma negativa", dijo a la AFP Liao Qun, economista jefe de Citic Bank International, con sede en Hong Kong. 
"El impacto directo es que va a hacer que la financiación de la deuda sea más difícil y el costo de financiamiento también va a subir", explicó. "Esto es como una ducha de agua fría cuando todo el mundo está optimista con respecto a China", agregó.

En su análisis, la calificadora de riesgo proyecta que el crecimiento potencial de China baje a un nivel del 5% en los próximos cinco años, debido a la desaceleración de la formación de capital, una aceleración de la caída de la población en edad de trabajar y la continua baja en la productividad.


Sin embargo, la agencia sentenció que la perspectiva de la nota es estable.


"La perspectiva estable refleja nuestro cálculo de que en el nivel A1 los riesgos están equilibrados", dijo la agencia.


Recientemente han emergido los temores de que China este cerca de la situación que llevó a Estados Unidos la estallido de la burbuja de las hipotecas subprime que sacudió en 2008 al sistema financiero estadounidense y mundial.


Japón también vivió una crisis similar en la década de 1990 y el estallido de la burbuja dio lugar a "una década perdida".


La autoridad reguladora de la banca en China anunció recientemente una serie de medidas para frenar los préstamos peligrosos, ajustar los balances de las entidades y fortalecer la transparencia institucional y la persistente debilidad de los controles internos.


En octubre, Moody's estimó que en China, sector bancario "en las sombras", es decir los préstamos que no figuran en las hojas de balance, por lo que evaden la supervisión fiscal, sumaban cerca de 8,5 billones de dólares, equivalentes a un 80% del PIB.

tcm

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