Ante la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que el gobierno estadounidense de Donald Trump busca realizar con México y Canadá, los últimos cuatro ex presidentes mexicanos han expresado opiniones al respecto.

Desde su campaña, Trump criticó el acuerdo, argumentando que fue la causa de que los trabajadores de su país ganen menos dinero y de que se hayan perdido millones de empleos desde su entrada en vigor, en 1994.

Solución, no problema. El ex presidente Carlos Salinas de Gortari, quien gobernó de 1988 a 1994, periodo en el que entró en vigor el TLCAN, aseguró por medio de un artículo que el tratado ha creado un futuro compartido y una estable y próspera región comercial, cuya eliminación sería un retroceso para México y EU.

El tratado fue negociado por los gobiernos de Salinas de Gortari, de su par estadounidense, George Bush (padre), y del entonces primer ministro canadiense, Brian Mulroney.

“Matar el TLCAN destruiría millones de empleos en Estados Unidos y causaría aún más daño en México. Su desmantelamiento significaría un mayor desempleo y causaría más migración que cualquier muro podría detener”, afirmó el ex presidente.

Pérdida de tiempo. Ernesto Zedillo Ponce de León, presidente de 1994 a 2000, consideró que la renegociación del tratado sería una “pérdida de tiempo” para México, a menos de que Trump someta una agenda “clara y seria” consistente con los intereses de los dos países.

“El TLCAN ha sido un excelente instrumento, pero sólo es una de muchas herramientas disponibles para seguir las metas de crecimiento económico y desarrollo”, escribió en The Washington Post.

“Para el gobierno mexicano sería una pérdida de tiempo jugar el juego de torcer el TLCAN con la administración de Trump. Sólo si el gobierno de EU entrega una agenda seria y clara de puntos relacionados al TLCAN, consistentes con los intereses de ambos países, las autoridades de ambos países deberían reiniciar el diálogo.

“De cualquier manera, en este punto ese escenario es improbable, y lo más prudente sería asumir que el presidente Trump va a eliminar el TLCAN. Claro, esto sería costoso para ambas economías, y por lo menos inicialmente, desproporcionadamente más para México”, añadió.

No negociable. El ex presidente Vicente Fox Quesada, quien gobernó de 2000 a 2006, expuso a través de Twitter que por ningún motivo debe aceptarse la negociación del tratado.

“Presidente Peña. Confiamos en ti. Cero concesiones. La soberanía, nuestros paisanos y TLC. NO son negociables. Firma México entero”, publicó en la red social.

“Por ningún motivo debe aceptarse la negociación del TLC. El presidente Peña debe llevar un NO rotundo a un Trump desgastado y urgido de credibilidad”, agregó.

Retaliación. Felipe Calderón, presidente de México entre 2006 y 2012, recordó que durante su gobierno Estados Unidos violó diversas cláusulas del TLCAN, ante lo cual se puso en marcha una política de retaliación.

“Escogimos 120 productos americanos de 35 estados, que tenían un fuerte soporte republicano como demócrata, de los congresistas más agresivos. Les pusimos aranceles y ellos mismos comenzaron a presionar a los congresistas hasta que retiraron las medidas que afectaban al país”, declaró en un programa de TV.

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