La cita anual con la cinematografía gala se cumple nuevamente este siete de septiembre. Durante ocho días, en 73 ciudades del país gracias a las diferentes sedes de Casa de Arte de Cinépolis, se podrán ver 7 largometrajes franceses y 17 cortometrajes mexicanos. Así pues sin más preámbulo, aquí una breve selección de lo que se podrá ver este año.

GUEULE D'ANGE (Cara de Ángel) - Dir: Vanessa Filho

El segundo largometraje de la directora francesa Vanessa Filho es una suerte de reversión a la brutal Loveless (2017) de Andrey Zvyagintsev, sólo que en esta ocasión la historia está narrada no desde la perspectiva de los irresponsables padres sino de una niña de 10 años que en los hechos resulta invisible a los ojos de su parrandera madre.

La debutante Ayline Aksoy-Etaix interpreta a Elli, una dulce niña de 10 años que adora a su madre. El problema es que dicho amor no parece recíproco ya que Marlène (Marion Cotillard) es una mujer perfectamente detestable: su vida se va en fiestas y en atrapar al siguiente marido en turno, cosa que no tendría nada de particular excepto que en el proceso ha abandonado Elli, la “Cara de Ángel” del título es español.

Elli deambula entre las fiestas de su madre, bebe tímidamente un poco de vino, o espera pacientemente afuera de la escuela a que su mamá pase por ella, cosa que evidentemente no sucederá. Ya en el colmo, Marlène abandona a su hija en el departamento donde viven mientras ella se va tras otro hombre. No le deja comida ni a nadie que la cuide, pero si le deja en la contestadora telefónica mensajes donde le dice lo mucho que la quiere y que la extraña, mientras que la pobre Elli juega a darle de beber a sus muñecos de peluche  y fantasea con una vida glamorosa de fiestas y antros donde ambas, su madre y ella, son las estrellas del lugar.

Marion Cotillard por supuesto se roba la película en su interpretación de esta madre absolutamente despreciable que vive para cazar marido (aunque cuando finalmente lo atrape, le ponga el cuerno la misma noche de la boda) y la pequeña Ayline Aksoy-Etaix no podría ser más adorable (e incluso perturbadora) en su mundo roto de juegos infantiles que emulan el mundo adulto de la parranda y el glamour.

Sin duda desgarradora, no obstante la película no logra los niveles de Loveless, en cuanto exploración del fenómeno del desamor paterno hacia los hijos, ni la crítica a la sociedad que engendra estos monstruos. El drama gana en esta cinta que si bien se deja ver, sus excesos terminan por llevarla a derroteros que rozan en el melodrama.

TOUT LE MONDE DEBOUT (Rodando Hacia Ti) - Dir: Franck Dubosc

Jocelyn (Franck Dubosc) es un exitoso empresario, millonario y atractivo, quien nunca ha tenido empacho en mentir para así ligarse a la chica en turno. Para su nueva conquista, Jocelyn apunta baterías contra su muy atractiva vecina (que se dedica a dar terapias físicas a discapacitados) por lo que nuestro casanova se hace pasar por parapléjico. El giro inesperado vendrá cuando conozca a Florence (guapísima Alexandra Lamy) quien en efecto es parapléjica debido a un terrible accidente de tránsito y de la cual está comenzando a enamorarse.

Ahora que en nuestro país está de moda hacer comedias románticas, sería interesante que los cineastas nacionales voltearan al cine francés, y es que a pesar de que la trama de esta comedia suena tan disparatada, la vid cómica del protagonista, director y también guionista, Franck Dubosc, logra que esta comedia de enredos sorprendentemente funcione, en gran medida por lo bien escrito de su argumento y por la auténtica química que hay entre los dos protagónicos, Dubosc y Lamy.

Además, el guión no desperdicia la oportunidad de hacer un comentario sobre la gente discapacitada, reconociendo su férrea tenacidad y la dignidad con la que viven.

NORMANDIE NUE (Normandía al Desnudo) - Dir: Philippe Le Guay

Una idea interesante que sin embargo no termina de cuajar nunca. Los campesinos de un pequeño pueblo de Normandía están en crisis: los productos extranjeros y los grandes supermercados los tienen al borde de la quiebra. Se han organizado para hacer protestas pero ninguna le da la notoriedad que quisieran al problema.

Es entonces cuando al lugar llega Newman (Toby Jones), un famoso fotógrafo norteamericano que busca una locación natural para hacer otra de sus famosos fotos monumentales donde una multitud posa desnuda (a lo Spencer Tunick). El alcalde del pueblo, interpretado por François Cluzet, se da cuenta que esa sería una buena forma de protesta, como para que el país entero se de cuenta que están dejando vilmente encuerados a sus campesinos.

Aunque se trate de una comedia, es clara la intención del director de hacer un comentario sobre la crisis de los pequeños productores franceses, una crítica al libre comercio, además de hacer notar la idiosincrasia localista de estos pequeños pueblos que no alcanzan a ver nunca más allá de sus puertas.

El problema es que son tantas cosas las que pretende resolver el director que termina por no hacer bien ninguna. La cinta no resulta ni lo suficientemente chistosa ni lo suficientemente profunda como para que el tema sea tomado en serio, y los constantes fallos de continuidad y estructura (algunos subplots que no llevan a nada), así como un final desangelado hacen que la película lentamente naufrage, sin que el carisma de François Cluzet alcance como para salvar esta película del desastre.

Nota al margen: difícil hacer empatía con estos “campesinos” que tienen grandes terrenos, enormes casas de dos pisos, auto en el garage y viven en un apacible pueblo que además presume de limpieza y algo de civilidad. Nada que ver con nuestro siempre doloroso campo mexicano.

FLEUVE NOIR (Sin dejar Huella) - Dir: Dirección:Erick Zonca

Un joven llamado Dany Arnault ha desaparecido sin dejar huella. Primogénito de una familia de padre usualmente ausente (es marino) y de una madre a la que se le va la vida cuidando a su otra hija que padece de alguna deficiencia intelectual, el hoy desaparecido Dany solía hacer migas con uno de sus profesores que además también es vecino, el señor Yann Bellaile (estupendo Romain Duris), quien no se asombra al enterarse de la funesta noticia: para él era claro que el joven Dany algún día huiría de esa familia tan disfuncional.

Con ese escenario a cuestas llega el comandante (ya no se les llama detectives) François Visconti (impresionante Vincent Cassel) quien se hará cargo de la investigación. Visconti es todo un personaje: clásica gabardina, barba mal cortada, bolsas en los ojos, complexión delgadísima al grado de que su propia ropa le queda enorme y en general un semblante del cual se adivina como plus el mal olor de alguien que no se ha bañado en algún tiempo.

Bebedor compulsivo y no precisamente cuidadoso de las formas (bebe incluso en la oficina, frente a su persignada secretaria), Visconti va dando traspiés en la investigación, siendo irrespetuoso con los sospechosos, violento en las formas, e incluso haciéndole ojitos a la mamá de la víctima. Y como si no le hicieran falta problemas, Visconti descubre que su ingobernable hijo anda vendiendo droga en las calles, a plena luz del día y casi casi frente a la mirada iracunda de su padre.

Pero este tren en vía directa al desastre no deja de estar comprometido con su deber, realmente está preocupado por la investigación y continúa en la misma por y a pesar de él mismo. Fleuve Noir es un interesante estudio de personaje donde, más allá de saber sobre el paradero del desaparecido, lo que importa es ver a esta piltrafa humana aferrarse a su profesión como último salvavidas para no dejarse perder en el fondo de una botella. Con evidentes trazas del cine noir más clásico, la cinta cierra con un final devastador en una de las mejores cintas que se podrán ver en el Tour de Cine Francés de este año.

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