Estoy convencida de que quienes ejercemos la investigación educativa asumimos una responsabilidad social y un compromiso ético con nuestras acciones, pues reconocemos el alcance de la educación en la vida de las personas y en sus comunidades de referencia

Hace algunos años vi un letrero en la pared que describe con precisión mi sentir: “Yo no caí en la universidad pública. Ella me levantó, me abrazó, me enseñó sueños colectivos y me cambió para siempre”.