La mortal hambruna rusa de 1921-1922 cortó 6 millones de vidas y 23 millones de personas pasaron hambre, al grado de tener que comer cadáveres

Ya en la península, con su vástago y sin dinero, Manuela obtuvo una forma de piedad a través de los celadores, que les permitieron alojarse con Abasolo en su celda