Un día, al pasar frente a esa escuela vi un letrero solicitando un maestro de español urgente. Me recibió una monja dotada por natura de unos cachetes de chocolate formidablemente esponjados
Luego de esta tenaz fabricación de perfecciones, a la pobre Dulcinea construida por don Quijote sólo le resta colapsar por culpa del “encantamiento” con que Sancho la aterriza en la gordita Aldonza Lorenzo
Guillermo Sheridan12/04/2016
Una pork(y)eriza


