Cientos de personas que habían regresado a Katmandú con la esperanza de una aparente vuelta a la normalidad en la capital nepalí intentan huir de nuevo de la ciudad, donde tras otra noche a la intemperie continuaron las réplicas

Cinco camiones cargados con arroz, aceite de cocina y azúcar estaban aparcados en un campo lleno de bananos y acacias, esperando a helicópteros que puedan llevar las mercancías a los puntos más remotos sacudidos por el temblor