En 1969 el Metro llegó a la vida de los capitalinos como respuesta a años de una crisis de transporte público que se vivió en la Ciudad de México a mediados del siglo pasado, época en que los camiones y el tranvía eléctrico no daban abasto a los cerca de 8 millones de pasajeros diarios

En los años setenta circulaba una fauna muy peculiar por las calles de la ciudad; los transportes conocidos como cocodrilos, ballenas, orugas, cotorras o delfines eran los encargados de movilizar a millones de personas. Distinguidos entre sí por sus formas y colores, estos predecesores del transporte público marcaron a toda una generación