La colonia Nápoles, de hacienda a rancho y luego a moderno vecindario
La colonia Nápoles, de hacienda a rancho y luego a moderno vecindario

El Hotel de México y el Polyforum Cultural Siqueiros en la década de los ochenta. Este conjunto fue construido en el espacio donde antes estuvo el Parque de la Lama, en la colonia Nápoles; hoy la torre está ocupada por el World Trade Center. Colección Carlos Villasana.

Texto: Carlos Villasana

No cabe duda que cada barrio y colonia de esta enorme urbe encierra una gran historia sobre sus orígenes, sus primeros pobladores, su traza. En esta ocasión nos dimos a la tarea de investigar los inicios de la colonia Nápoles , lo cual nos remonta a un interesante recorrido por el pasado a tráves de ranchos y haciendas que hoy únicamente quedan en el recuerdo

La colonia Nápoles, de hacienda a rancho y luego a moderno vecindario
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Acercamiento de un plano de la Ciudad de México de 1928 en el que se aprecia el terreno del antiguo rancho Nápoles. Crédito: Archivo Histórico de la Ciudad de México

Una huella remota de la zona es el Rancho de Nápoles, un anexo de la Hacienda de San Francisco de Borja, en manos de europeos desde que la ley lo permitió a mediados del siglo XIX, de acuerdo con la historiadora María del Carmen Reyna (INAH).

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La calle de Montecito, ubicada en la colonia Nápoles, en 1966. Las casas del lado derecho aún existen frente al World Trade Center, y otras han sido reemplazadas por edificios de departamentos. Imagen: Harold Mayer, Univ. of Wisconsin-Milwaukee.

Nació de la desintegración de Haciendas

Tres extranjeros participaron en la división y desintegración de las haciendas del área: Juan de Dios Pradél, de raíces chilenas, y los ingleses Enrique Marcial Beale y Francisca Julia Willie.

En el caso de la colonia Nápoles, el próspero empresario Juan de Dios Pradél, dedicado -entre otros negocios- a las ventas en los famosos cajones de ropa en el Centro de la ciudad tuvo un papel determinante en el destino de lo que sería la colonia.

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La avenida Insurgentes Sur vista desde el cruce con la colonia del Valle y San Antonio en la década de los ochenta. A la izquierda, la colonia Nápoles donde sobresale el Hotel de México y del lado derecho una sucursal de Sanborns que aún existe. Colección Carlos Villasana.

Ya asentado en la capital, se casó en 1839 con María del Refugio Herrera, quien heredó de su padre, Antonio Herrera, la Hacienda de San Borja. Esta hacienda es importante porque abarcaba los ranchos de la Castañeda y Nápoles.

De acuerdo con Reyna, cuatro años después, tras comenzar a administrar esas propiedades, Pradél conservó algunos arrendamientos y el resto de la tierra lo destinó a cultivos variados y cría de ganado. Su producción le permitió abastecer de carne y leche a mercados cercanos e incluso a la Ciudad de México.

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Cruce de las avenidas San Antonio, Río Becerra y Patriotismo, en los límites de la colonia Nápoles, en 1982. A la izquierda destaca el Hotel de México, ahora World Trade Center; hoy en esta zona vemos el Distribuidor Vial San Antonio. Col. Villasana

Al paso del tiempo el empresario notó que la Hacienda de San Francisco de Borja estaba a punto de la quiebra por los altos impuestos a pagar y por la falta de mano de obra calificada; así, en 1844 decidió arrendar el rancho Nápoles a Francisca Julia Willie.

Acerca de esta nueva arrendataria, Reyna comenta que era una londinense acomodada que contrajo matrimonio con Juan Willie, y que juntos recorrieron muchos países, de los que adquirió nuevas costumbres y, por curioso que suene, aprendió de desarrollo urbano.

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Avenida de los Insurgentes vista hacia el sur, desde el cruce con el Viaducto en la década de los ochenta. Al fondo destaca el Hotel de México, pocos años antes de que comenzara su transformación en el World Trade Center; el peculiar edificio blanco del lado derecho, en la colonia Nápoles permanece hasta la fecha. Colección Carlos Villasana

Sin embargo, al venir a México ya habían gastado buena parte de su fortuna, de modo que cuando Francisca quedó viuda compró un hotel en la Ciudad de México, que se dedicó a y administrar.

Tiempo más tarde arrendó el rancho de la Nápoles a Pradél por 600 pesos anuales. La entrada de este rancho estaba en la Calzada de la Piedad y se extendía a lo ancho de 86 hectáreas. Fui ahí donde Francisca intentó innovar en lo urbanístico: la creación de un pueblo “modelo”.

La zona entonces se encontraba a las afueras de la capital, contaría con grandes terrenos ventilados, y estaría conectado con importantes vías de acceso a la ciudad.

A todo ello se sumó un precio atractivo o en abonos que la inglesa decidió ofrecer. En este emprendimiento se asoció con el tercer extranjero que mencionamos, Enrique Marcial Beale.

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Fotografía del Hotel de México, en la colonia Nápoles, años 60. Hoy la parte de abajo ha cambiado totalmente. Archivo EL UNIVERSAL.

Fue en 1851 que Willie y Beale iniciaron trámites en el Ayuntamiento de la Ciudad para fraccionar el rancho de Nápoles . Los terrenos se vendieron como pan caliente desde el inicio.

En entrevista para Mochilazo en el Tiempo , el cronista Rodrigo Hidalgo comenta al respecto que “la inglesa Francisca Julia Willie, encargó al arquitecto Antonio Villard la creación de este ‘pueblo modelo’ ".

El asentamiento estaba dirigido a quienes buscaban vivir cómodamente en las afueras de la Ciudad de México, y contaría con un jardín central, iglesia, casa municipal y escuela lancasteriana, además de un camino directo a Tacubaya”.

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Si bien el diseño del edificio del World Trade Center no ha cambiado de forma radical, esta comparativa permite apreciar cómo era antes el acabado de sus caras exteriores, ahora de cristal. Colección Carlos Villasana y Archivo EL UNIVERSAL.

Hidalgo, que conoce lecturas sobre el tema, agrega que según el libro “Formación y desintegración de la Hacienda de San Borja”, también de Carmen Reyna, para 1855 se habían vendido 22 terrenos y ya estaban trazadas varias calles que todavía conservaban su nomenclatura original en los planos de 1923.

Se sabe que la antigua avenida del Hipódromo es la actual Pennsylvania, mientras las demás calles iban cambiando en cada cuadra. De igual forma, Cincinnati, Suecia, Nueva Orléans y Baltimore corresponden a la actual Alabama, mientras Nebraska era conocida como Piamonte, Formosa y Venecia, señala Rodrigo.

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El gimnasio Aero Star que se encontraba en el número 71 de la calle Georgia, en la colonia Nápoles, en una foto de los años noventa. Hoy en su lugar se encuentra un edificio de departamentos. Cortesía: Xenia Thévoz.

Las calles y edificios más conocidos de la Nápoles

Rodrigo señala que la historia de la Nápoles continúa ya en el siglo XX: “Sin embargo, con excepción de la alameda, al parecer todas las manzanas permanecieron vacías hasta entrado el siglo XX, ya que en las fotografías de los años treinta apenas se ven algunos predios ocupados. Para entonces también se había lotificado el vecino Rancho de la Providencia, que hoy es la sección noroeste de la colonia y ya se había establecido el Parque de la Lama , un amplio jardín de uso particular que contaba con un pequeño lago”.

Un espacio así podría sonar inusual, en especial para quienes han transitado por las calles de la Nápoles en años recientes pero, lo cierto es que, por el contrario, se trata del mayor punto de referencia de esta colonia:

“[El Parque de la Lama ] Desapareció a finales de 1966 para iniciar la construcción del Hotel de México, una torre de casi doscientos metros de altura que albergaría instalaciones de lujo, pensada para funcionar durante los Juegos Olímpicos”.

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Una toma aérea del antiguo Parque de La Lama, en la Colonia Nápoles, en 1934. La avenida que atraviesa es Insurgentes. En el espacio en el que estuvo el parque se levantó, décadas más tarde, el Hotel de México. Es de llamar la atención que todavía no existían las vistosas casas en esta época, únicamente la traza de las calles. Crédito: AEROFOTO/ICA.

Hidalgo señala que el proyecto estuvo a cargo del arquitecto Guillermo Rossell con el apoyo financiero de Manuel Suárez, pero quedó inconcluso y sólo funcionó el restaurante que sirvió de escenario para conciertos de artistas como "The Police", Miguel Mateos o "Caifanes"

Un dato curioso es que en el vestíbulo del hotel lucía el mural “El mito del mañana”, del japonés Taro Okamoto, obra considerada perdida pero que fue rescatado y exhibido en Japón. Al final, una vez que el proyecto del hotel se descartó, la estructura se convirtió en el World Trade Center, un complejo comercial y de oficinas inaugurado en 1994.

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Fotografía en la que se aprecia una de las primeras etapas de la construcción del Hotel de México, que inició en los años sesenta y concluyó en la siguiente década. Colección Carlos Villasana.

No podemos olvidar la conocida nevería Chiandoni , siempre con clientela de todas las edades, ubicada en la calle de Pensilvania número 55. Fundada en 1939 por Pietro Chiandoni, inmigrante italiano, es emblemática de la zona, pues conserva el estilo vintage en su mobiliario y el menú de la carta propio de una cafetería y nevería de mediados del siglo XX.

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Fachada de la nevería Chiandoni, ubicada en la calle de Pensilvania número 55, en la colonia Nápoles. Imagen tomada del sitio de la nevería.

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Anuncio de la Nevería Chiandoni, la cual se fundó en 1939 por Pietro Chiandoni un inmigrante italiano. Aquí se menciona que la primera sucursal estuvo en la colonia Roma, frente a la Iglesia de la Sagrada Familia. Hoy, este local es emblemático de la Nápoles por sus tradicionales postres y helados, así como por su mobiliario vintage de mediados del siglo XX. Revista “Social” mayo de 1950.

Murales gigantescos y arquitectura modernista

“En la esquina de Insurgentes y Filadelfia se encuentra el Polyforum Cultural Siqueiros, recinto de múltiples usos que formó parte del plan original del Hotel de México y abrió sus puertas en 1971; el interior está decorado con el mural “La marcha de la humanidad”, de David Alfaro Siqueiros, considerado el más grande del mundo, y en la fachada se pueden ver doce páneles realizados por el mismo artista”, señala el joven cronista.

Rodrigo dice que la Nápoles que hoy conocemos se urbanizó en las décadas de 1930 y 1940. Por ello, el estilo que la caracterizó fue el colonial californiano, del cual se conservan algunos ejemplos en calles como Altadena, Louisiana o Minnesota.

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La calle de Altadena entre Insurgentes y Dakota, en la colonia Nápoles, en 1966. Las casas estilo colonial californiano que se ven en la foto aún existen, hoy ocupadas por oficinas y negocios. Imagen: Harold Mayer, Univ. of Wisconsin-Milwaukee

Entre las primeras construcciones destacadas hay que mencionar el Hotel L’Escargot , que se encontraba en [las calles de] Oklahoma y Filadelfia. Este sitio es uno de los escenarios de la novela “Los años con Laura Díaz”, de Carlos Fuentes, y en su lugar se levantó un inmueble que ahora está ocupado por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios. “Sólo el sitio de taxis L’Escargot, en (las calles de) Montana y Louisiana, guarda la memoria de su existencia”.

No es de sorprender que un lugar tan influido por la actividad cultural de la ciudad viera vanguardias artísticas que habitaron y definieron sus espacios pues, como agrega Rodrigo:

“Más adelante llegó el auge del movimiento Moderno y se erigieron viviendas como la de Dakota 267, obra de Vladimir Kaspé, además de edificios habitacionales con diseños muy diversos, algunos de corte sencillo y otros más peculiares, como los de Chicago 34 y Arizona 39.

En esta corriente también destaca la parroquia de San Antonio de Padua, dedicada al religioso de origen portugués, ubicada en Pennsylvania 228 y concebida por Ramón de la Fuente y Daniel Sáinz en 1969. Consta de una amplia nave en forma de parábola con dos corredores laterales, así como vitrales de gran tamaño.

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Interior de la Iglesia de San Antonio de Padua, en la calle de Penssylvania. Se levantó en 1966, aunque su capilla es de principios de los años 40. Foto tomada de Google.

“El centro del barrio es la Alameda de Nápoles, uno de los pocos vestigios del viejo pueblo; en 1951 fue rebautizada para honrar al músico y compositor Alfonso Esparza Oteo, quien habitó la casa de Altadena 31, donde ahora hay departamentos”, concluye el cronista.

Sin duda el World Trade Center y el Polyforum Cultural Siqueiros son lo que caracteriza a esta colonia, así como sus parques, nombres de sus calles y la gran oferta de restaurantes. Si no la conoces, seguro te sorprenderás por la singularidad de su arquitectura y ambiente a toda hora.

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Edificio principal de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (CANACINTRA), ubicado en el cruce de las avenidas San Antonio, Río Becerra y Patriotismo, en la colonia Nápoles. Década de los ochenta. Colección Carlos Villasana.

  1. Fuentes:
  2. Entrevista al cronista Rodrigo Hidalgo
  3. Investigación de María del Carmen Reyna, publicada por el INAH, “Presencia de tres extranjeros en la hacienda mexicana del siglo XIX”.
  4. Colección Carlos Villasana y Archivo EL UNIVERSAL.
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