Las conferencias del presidente son la máxima fuente reveladora de la perspectiva que tiene sobre los problemas en México, incluyendo cómo aborda la cuestión de los desaparecidos. El 34 por ciento de sus menciones se concentran en atribuir el problema de las desapariciones al “neoliberalismo”. El problema es que ya no hay “neoliberalismo” sino la Cuarta Transformación, y las cifras de desapariciones son superiores a los dos últimos sexenios.

Desde el primer año de su gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que la prioridad número uno de su gobierno era buscar a los desaparacidos en México y expuso siete medidas para apoyar las investigaciones.

En un primer momento, las asociaciones de familiares de las víctimas se vieron esperanzadas con los planes de búsqueda. Sin embargo, a casi tres años del gobierno de la 4T, tanto las asociaciones de familiares como los mismos familiares han reclamado la falta de acciones y resultados por parte del gobierno. Contrario a lo que frecuentemente dice el presidente: “En México ya no hay violación de derechos humanos”, según Human Rights Watch [1], las violaciones de derechos humanos, incluyendo las desaparariciones, han continuado durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

México presenta un claro patrón de desaparición de personas generalizado y, al mismo tiempo tiene uno de los índices de procesamiento legal más bajos de Latinoamérica. De forma alarmante, el número de personas desaparecidas aumenta aceleradamente con un saldo de 85 mil desaparecidos desde el año 2006 hasta hoy. Y los casos han aumentado en esta administración: 44 mil personas reportadas como desparecidas entre diciembre de 2018 al 7 de abril de 2021, datos oficiales. Esto se suma al problema que la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) advirtió desde 2020 [2]: “La corrupción endémica, la falta de acción de los fiscales, y los recursos insifucientes que se interponen actualmente en el derecho de las familias para conocer la verdad sobre lo que les sucedió a sus seres queridos”.

Los casos aumentan y el presupuesto decrece. Un ejemplo: Dentro del paquete económico de 2019 se redujeron 68 millones de pesos a la Secretaría de Gobernación (Segob) para atender las desapariciones, es decir 14 por ciento menos. Otra reducción de recursos para atender asuntos de desapariciones fue a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), 17 por ciento menos [3]. El presidente constantemente anuncia que se destinarán fondos ilimitados y todos los recursos que sean requeridos. Pero al parecer, sea la política de asusteridad, la ineficiente coordinación institucional, o el simple desinterés por resolver el problema, estos factores han impedido cumplir con el compromiso. Y mucho menos si el presidente le asigna más presupuesto al béisbol (17 millones de dólares y mil millones de pesos extra para la compra de dos estadios) que a la Comisión Nacional de Búsqueda que se le destinaron 20 millones de dólares y sólo cuenta con 43 personas para buscar 44 mil personas desaparecidas entre 2018 a lo que va del 2021.

Las conferencias del presidente son la máxima fuente reveladora de la perspectiva que tiene sobre los problemas en México, incluyendo cómo aborda la cuestión de los desaparecidos. De acuerdo con las cifras de SPIN-TCP [4], el presidente ha mencionado la palabra “desaparecidos” en 140 ocasiones. Segundo, se ha referido a personas desaparecidas de manera general 56 veces. Sin embargo, ha hecho mención a grupos de forma específica. Por ejemplo, en el caso de los desaparecidos de Ayotzinapa, el presidente los ha mencionado en 33 ocasiones, refiriéndose a su compromiso de encontrarlos. Se ha referido a los migrantes desaparecidos en tan solo tres ocasiones, y nunca ha hecho mención de los siguientes grupos de personas desaparecidas: notablemente mujeres, niños y niñas, periodistas, y activistas de derechos humanos.

Por otro lado, el presidente atribuye las desapariciones principalmente a las siguientes causas: el neoliberalismo, la guerra contra la violencia e inseguridad, y la violencia de Estado. Lo ha mencionado 48 veces. Es decir, que el 34 por ciento de sus menciones se concentran en atribuir el problema de las desapariciones al “neoliberalismo”. El problema es que ya no hay “neoliberalismo” sino la Cuarta Transformación, y las cifras de desapariciones son superiores a los dos últimos sexenios.

Aquí hay varias cosas importantes que mencionar. Primero, el presidente dice que “la prioridad número uno” de su gobierno es la búsqueda de personas desaparecidas.¿Realmente es su prioridad si durante tres años lo ha mencionado solamente en ocho ocasiones, y ha mencionado tan solo tres veces que tiene como prioridad encontrar a los 43 desaparecidos de Ayotzinapa? En tres años lo único que ha respondido a los periodistas que cuestionan la falta de acciones sobre los jóvenes de Ayotzinapa es que “continúa la investigación” y “pronto sabremos la verdad”. Segundo, el presidente dice constantemente que su gobierno es “el que más protege a las mujeres, a las niñas y niños”. La realidad: nunca ha hecho una sola mención de mujeres y niños desaparecidos. Es difícil explicar que mientras el presidente atiende a la mamá de Joaquín Guzmán Loera, no puede atender a las madres de los desaparecidos que le reclaman que no las atiende en sus giras por la “sana distancia”. Tercero, el país tiene un presidente que está orgulloso de que las remesas de los migrantes representan el mayor ingreso del país (lo ha presumido 150 veces), pero solamente se ha referido en tres ocasiones a los migrantes desaparecidos, a los “héroes vivientes”. Cuarto, su perspectiva de solución al problema de las desapariciones se concentra 34 por ciento en atribuir el problema de las desapariciones al neoliberalismo. El problema es que la 4T no ha transformado el papel del propio Estado que ha tolerado el desmedido brote de inseguridad por parte de los grupos delicuenciales que se benefician precisamente de esa tolerancia del Estado, sumado a un plan de investigación completamente ineficaz para combatir los factores estrucutrales de la violencia.

El alcance de “la prioridad” del presidente sobre buscar a los desaparecidos se reduce a tres puntos que en definitiva anulan cualquier certeza de que sea su prioridad: 1. Es un presidente que prefiere “que no sean profesionales los de Derechos Humanos” los que coordinen la CNDH. Es decir, que no haya gente profesionalmente y académicamente capacitada para encabezar las instituciones de derechos humanos. 2. Su solución a las desapariciones son los programas sociales porque sin ningún sustento afirma que éstos prevendrán las desapariciones y atenderán las causas económicas de la inseguridad. 3. La eliminación de los fideicomisos de los organismos de derechos humanos y colectivos de búsqueda de desaparecidos. Irónicamente, se eliminaron los fideicomisos gubernamentales que garantizaban reparaciones de daños a víctimas de violencia (Fondo de Ayuda, Atención y Reparación Integral a Víctimas) y que protegían a defensores de derechos humanos y periodistas (Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas), producto de una larga lucha histórica que reforzó la defensa de los derechos humanos en México. No es sorprendente que los derechos humanos ocupen el último lugar de los programas prioritarios del gobierno.

El peso de la democracia se mide en cómo se resuelven los conflictos. Sin embargo, el conflicto es la esencia de la política del presidente, pues la entiende como una permanente e irreconciliable visión conflictiva de los actores. Su ideología se basa en reducir la complejidad de la política a una simplicidad dogmática, y el costo de eso se traduce en miles de muertos.

@mariajjimenezg

* María José Jiménez estudió Historia en la Universidad Iberoamericana y es maestra en Estudios Latinoamericanos en University College London. Es consultora en SPIN-TCP.

Referencias:

[1] Human Rights Watch (2021). “Informe Mundial 2021”. https://www.hrw.org/es/world-report/2021/country-chapters/377395

[2] The Washington Office on Latin America (2020). “El congreso estadounidense aborda la crisis de desapariciones en México”. https://www.wola.org/es/2020/10/congreso-estadounidense-desapariciones-mexico-2020/

[3] El Economista (2018). https://www.eleconomista.com.mx/politica/A-la-baja-presupuesto-para-busqueda-de-desaparecidos-20181227-0089.html

[4] Micrositio en Spin-TCP http://www.spintcp.com/conferenciapresidente/

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