No pudo haber existido, en la ATP Cup , mejor final que España vs Serbia. Ambos países, con los dos mejores tenistas del mundo actualmente: Novak Djokovic derrotó a Rafa Nadal, solamente dos meses después de que España se coronó, por sexta ocasión, en la Copa Davis.

Sidney atestiguó la gran actuación de Novak Djokovic y el equipo de Serbia, venciendo 2-1 a una armada española que vendió cara su derrota. Nole se enfrentó a Rafa, cuando la serie se encontraba 1-0 a favor de España.

La ATP Cup ha sido un evento de calentamiento para el primer Grand Slam de 2020, que se celebrará en Melbourne a partir de la próxima semana. Todo está listo para que podamos ver cómo vendrá el año en el tenis de los hombres, en el que se espera maduren Medvedev, Shapovalov, Tsitsipas, Zverev, Khachanov, De Minaur, Thiem, o bien se mantenga la supremacía de Nadal, Djokovic y Federer . En las mujeres, solamente es ver si Serena Williams continúa ganando Grand Slams, porque no se ve con claridad quién de las jóvenes pueda con ella.

El ATP Tour necesita organizarse bien, operar el sindicato de jugadores de manera apropiada, contar con un consejo directivo formado por ejecutivos profesionales. Es lamentable ver que la competencia entre los tres grandes jugadores no sólo es en la cancha, sino también en el escritorio. Ellos manejan y operan el ATP Tour a su antojo y, para esta ATP Cup, Federer —su principal promotor— decidió no participar con Suiza, debilitando el cuadro y enfadando a los aficionados australianos.

Un ejemplo del poder de estos tres grandes se observa con los árbitros, quienes están tremendamente influenciados cuando Novak, Rafa y Roger les reclaman. Los tres grandes son sus jefes y los árbitros actúan espantados en cada partido cuando uno de ellos participa. Pueden arrojar la raqueta, romperla a pedazos, discutirles los puntos y sus decisiones; los intimidan continuamente con la mirada y los árbitros nunca les llamarán la atención y mucho menos los castigarán. Los tres grandes hacen lo que quieren: rompen reglas, manejan los torneos ATP como más les conviene y es por eso que estos torneos que no son Grand Slam o ATP 1000, tiene que pagar enormes cantidades para que cualquiera de ellos se presente en el evento.

El Australian Open , el primer Grand Slam de 2020, será una excelsa ventana, primero para apoyar los incendios devastadores en toda Australia, la cual ha unido a grandes benefactores para tratar de salvar vidas humanas, animales y la Tierra. Y segundo, porque podremos apreciar el nivel de los tres mejores del mundo y de los seis o siete jugadores que luchan intensamente por desplazar a los tres consagrados. En las damas, nos gustaría ver que una nueva figura se consolide, porque si no, Serena se convertirá en abuelita y seguirá ganando torneos.

¡Vamos Australian Open!

luis@vamosdeportes.com

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