Los que no disimulan ni tantito que están en la pelea por la candidatura a la gubernatura de Baja California Sur, nos cuentan, son los alcaldes de Los Cabos, Christian Agúndez Gómez (PT), y de La Paz, Milena Quiroga Romero (Morena), y hasta “invadieron territorio”. Nos relatan que don Christian organizó en La Paz una rodada ciclista (que son sello de la alcaldesa, quien creó el “bici viernes”), por lo que “para no quedarse con el golpe” doña Milena anunció la apertura de una oficina turística en Los Cabos y justificó que es para atender a los turistas que quieren una escapada a la capital, por lo que varios les recomiendan centrarse en gobernar y no en andar en promoción anticipada, pues no les vaya a tocar “jalón de orejas”. ¡Ding, ding!
Discreto cambio priista en Sinaloa
La que se fue sin pena ni gloria de la dirigencia estatal del PRI en Sinaloa, nos platican, fue la diputada local Paola Iveth Gárate Valenzuela, a quien “le ganó el hígado” y despotricó contra sus antiguos correligionarios que “abandonaron el barco” por diferencias con su liderazgo. Nos indican que doña Paola no entendió los nuevos tiempos y se buscó pleitos que sólo debilitaron a los priistas, pero para que no se fuera “por la puerta de atrás”, la dirigencia nacional tricolor la nombró delegada nacional regional en la zona noroeste, dejando en su lugar a César Emiliano Gerardo Lugo. Bien dicen que “la política es el arte de tragar sapos sin hacer gestos”.
Regresa funcionario cuestionado
El que dejó varias cejas levantadas en Oaxaca, nos comentan, fue José Manuel Vera Salinas, extitular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública (SESESP) durante el gobierno del expriista Alejandro Murat, pues regresó para encabezar las investigaciones relacionadas con la desaparición y muerte de jóvenes originarios de Tlaxcala. Nos explican que más de uno aún recuerda a don José Manuel por ser uno de los responsables de la represión contra el movimiento magisterial de 2006, además de haber sido investigado por la presunta operación de espionaje ilegal, por lo que su regreso lo ven con reserva. ¡Zas!