Las recientes renovaciones de contrato a las estrellas en ascenso de la máxima categoría dejan ver que tanto Ferrari como Red Bull han decidido apostar por lo menos por los siguientes tres años, a tener al próximo campeón del mundo. Quizá lo logren, pero la experiencia aún no está completamente de su lado. Vaya presión.

Por un lado, Ferrari renovó contrato de su prometedora carta, el monegasco Charles Leclerc , quien en apenas su primera temporada —segunda en el Gran Circo—, con la escudería italiana supo ganarse a fuerza de poles position y victorias clave, su lugar como piloto número uno, ante el tetracampeón germano Sebastian Vettel.

Recordemos que la victoria de Leclerc en el Gran Premio de Italia, prácticamente representó su unción y ascenso en la historia de Ferrari, entre los pilotos que lograron ganar en casa, sin olvidar la obtenida en Bélgica. Además, si hay un sello histórico ferrarista por excelencia es la velocidad, y Leclerc demostró ser un piloto rápido llevándose la mayor cantidad de posiciones de privilegio de la temporada, con siete poles position. Todo lo anterior, le valió a Leclerc la extensión de contrato hasta 2024, pasando de un sueldo de 3 a 9 millones de euros por temporada.

Por otro lado, la renovación de Max Verstappen en Red Bull vino en un momento que sorprendió. Para muchos, habla de que las puertas para Max en Mercedes están cerradas por lo menos hasta que Lewis Hamilton decida irse, y en donde la ecuación con Valteri Bottas cierra la pinza en la escudería alemana en torno al piloto inglés, de manera que Lewis pueda no sólo igualar en Mercedes los legendarios siete campeonatos de Michael Schumacher, sino superarlos en 2021 (ya con un nuevo reglamento en la F1), dejando la vara altísima para cualquier piloto.

A Red Bull l e urgía renovar el contrato con Verstappen de cara a mantener la continuidad de Honda más allá de 2021, en donde el motorista japonés no ha indicado si apostará por más tiempo en la máxima categoría. Con Max blindado hasta 2023 la escudería austriaca tiene ese as bajo la manga. Sin embargo, para el piloto representa apostarlo todo por Red Bull, en donde Ferrari no ficharía por él en tanto Leclerc esté, ni Mercedes mientras Lewis.

Verstappen

vivirá su sexta temporada en F1 y sin duda es uno de los pilotos más aguerridos y rápidos de la parrilla, con un talento natural, pero su mismo ímpetu le sigue pasando factura. En 2019 logró templarse un poco, pero la boca le ganó y quizá fue esta misma la que le cerró las puertas en Ferrari, por lo menos un buen rato.

Tanto Leclerc como Verstappen tienen 22 años y un gran futuro por delante, aunque tienen en su contra la presión de ser campeones por lo menos antes de que expiren sus presentes contratos, de lo contrario, ambos con 25 años serán de los muchos cartuchos que de manera injusta quema la Fórmula 1. Lewis Hamilton cruzó ya los 35, pero con seis campeonatos bajo el brazo. ¿Lo superarán?

@jgarciacontacto

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