Haciendo cuentas, ya van tres sexenios en los cuales he escrito sobre malas mañas en la Industria TIC y sus relaciones con los distintos gobiernos. Aunque muchos podrían pensar que la corrupción está del lado oficial, en esta ecuación se necesitan dos partes: el corrupto y el corruptor.

Durante estos 13 o 15 años de haber reportado sobre licitaciones de la industria de Tecnologías de la Información (TIC) en México me queda claro que las malas mañas también están en las empresas. No solo es el funcionario de segundo o tercer grado el que hace trampa, también los directivos de empresas de tecnología son unas fichitas. Y no quiero acusar a nadie porque no tengo pruebas, sin embargo, tampoco tengo dudas de que varios han ganado contratos con el gobierno por la mala y hasta por la ilegal.

No obstante, tampoco quisiera generalizar, pues hay empresas y empresarios honorables que no se prestan a estos cochupos. Generalmente la transa está en las empresas integradoras de servicios, quienes, por gusto u obligación, son los chivos expiatorios de grandes marcas que se portan mal. He sabido de casos que serían un escándalo en los países de origen de esas marcas, pero como se trata de México, lo toleran.

Llevo años escuchando verdaderas historias indignantes tanto a favor como en contra de varias empresas TIC. No a todos les creo todo pues entiendo que son artimañas para ganar o tumbar los contratos o licitaciones. Sin embargo, sí me molesta cuando me quieren usar como sicario o como el “corre ve dile” de intereses millonarios. Si lo hiciera estaría lleno de desmentidos, notas aclaratorias o demandas por difamación. Al principio era más inocente y les creía mucho a muchos, pero las cosas ya cambiaron.

También las cosas ya cambiaron en las contrataciones de tecnología en este sexenio. Ya casi no escribo de licitaciones amañadas, dirigidas, polémicas o de plano delictivas. Con las nuevas reglas de contratación y los convenios marco, ya cada vez es más difícil hacer chanchullo. No digo que ya no se den, sin embargo, los casos han disminuido de manera considerable, al menos en el sector TIC.

Por eso me llama la atención cierta información que me hacen llegar sobre una futura licitación para operar un centro de datos de una institución federal. Me aseguran que se quiere favorecer a una empresa que supuestamente ha sido de las favoritas de este gobierno. Quiero pensar que quienes me informan de ello son almas de la caridad que solo luchan por la justicia, de lo contrario, pensaría que se trata de una artimaña para descarrilar el proceso. A saber.

Por lo pronto, pongo mis antenas alertas por si alguien tiene pruebas contundentes de que alguien se porta mal y que la transa sigue. De lo contrario pensaría que solo son rabietas de gente que se lleva muy pesado en la industria TIC.

Gestión de la experiencia

Hace unos días estuvieron en la Ciudad de México directivos de la empresa norteamericana Qualtrics. Esta firma especializada en la gestión de la experiencia (XM) anunció sus planes de expansión de su oficina en la Ciudad de México. Así, la capital del país se convertirá en el centro de operaciones de la empresa en América Latina. La inversión destinada para esta ampliación equivale a 100 millones de dólares y se crearán 300 nuevos empleos en la zona, en áreas de ingeniería, desarrollo de productos, soporte, finanzas, ventas, marketing y operaciones.

Lo anterior resulta en una excelente noticia para sus clientes y sus trabajadores, luego de varios meses de incertidumbre. Resulta que en 2019 esta empresa fue adquirida por la alemana SAP pero apenas en marzo pasado fue vendida nuevamente a un consorcio liderado por los fondos Silver Lake y el fondo canadiense de pensiones CPP por 7 mil 700 millones de dólares.

Dicha operación puso nerviosos a muchos trabajadores en México pues apenas hace un mes, Zig Serafin, el CEO de Qualtrics informó en un comunicado que despediría a casi 14% de toda su plantilla laboral. Entonces dijo que la reestructura se debe a la rápida contratación que vivió la empresa y que le sirvió para alcanzar el tamaño que ahora tienen. Sin embargo, eso le creó complicaciones que no le permitían seguir creciendo.

El hecho de que se establezcan en México son buenas señales. Eso quiere decir que el país tiene grandes ventajas no solo por su ubicación sino por el talento que hay. Por eso, en la conferencia de prensa Zig Serafín, me dijo que se eligió a la Ciudad de México por su proximidad con otras grandes ciudades en las que ya opera y por el talento.

Incluso hace casi 6 meses Qualtrics hizo una investigación para identificar en dónde estaba el próximo centro de ingeniería. Se analizó el talento, la proximidad, la facilidad de viajes, la seguridad, la representación de género y en ese análisis la Ciudad de México claramente fue la número uno. Hasta el momento la empresa ya tiene amarrados a 75 ingenieros y continúa invirtiendo y desarrollando soluciones impulsadas por Inteligencia Artificial para hacer que las empresas sean más humanas.

Qualtrics tiene presencia en la Ciudad de México desde hace más de dos décadas y brinda servicios a más de 600 firmas latinoamericanas. Entre sus clientes están Cemex, GNP, Gentera, Telcel y Mercado Libre.

El software basado en la nube de Qualtrics utiliza procesamiento de lenguaje natural y machine learning, para ayudar a las empresas a identificar y resolver rápidamente los puntos de fricción con sus clientes y empleados.

Columnista y comentarista

Twitter: @hugonzalez0

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