Así como el aceite facilita el movimiento coordinado del engranaje de las máquinas, el agua actúa de la misma manera en el cuerpo humano . Y como el aceite en las máquinas, el agua es vital para el buen funcionamiento de nuestro organismo, pues ninguna función sería posible sin ella. Esta comparación no es suposición ni literatura romántica, sino un recordatorio para beber todos los días agua natural suficiente y purificada para mantener sana y activa esa gran “máquina” que es nuestro cuerpo; por cierto, el único que tendremos para toda la vida. Afortunadamente, existen repuestos y “mecánicos expertos” para reparar nuestra máquina, pero no equipo completo ni “chasis” para sustituirla.
El agua, como se asegura, es el inicio de la vida de todos los seres. Demostrado está que sin agua ningún ser sobrevive más allá de lo soportable; de ahí que, si el agua es el inicio y la prolongación de la vida, no queda más que cuidarla y hacer buen uso de ella. Sin embargo, a pesar de saber que, sin agua, no hay vida, a nadie parece importarle si todavía hay suficiente y confiable para el consumo humano; al parecer, muchos creen que al agua para beber no le pasa nada y es inagotable. Lamentablemente, erróneamente se cree que, con comprar y consumir agua embotellada, el problema está resuelto. ¡Craso error!
Y justamente lo que está ocurriendo con la pandemia, que de último momento se quiere encontrar la solución sin tener conocimiento del origen real de la causa, sucederá con el agua, cuando, tanto por su contaminación, como por su abastecimiento, y por último su escasez, se querrá solucionar todo al momento. Ya veremos…
Dado que no tenemos cultura de nada, y tampoco contamos con un Estado, política y administrativamente bien conformado, porque todo ha quedado en manos de los políticos, el país enfrenta, desde hace tiempo, las consecuencias de las carencias y deficiencias en todos los aspectos de la vida nacional; ninguno está debidamente estructurado, todos se sostienen con “alfileres” y cada sexenio son parchados o sufren extrañas mutaciones políticas. Todo va a la deriva.
Desafortunadamente, el asunto del agua, que en México ya se están resintiendo las consecuencias de su conservación, tratamiento y escasez, no se hace nada todavía para garantizar su abastecimiento confiable para las próximas décadas.
Esta es la segunda parte de la publicación de EL UNIVERSAL del 20-10-20 sobre los resultados del estudio a las aguas residuales de Pachuca y otros municipios del estado de Hidalgo. – Con el resultado de esta investigación se detectó la presencia del virus en la mayoría de canales de aguas negras de la zona de Tula, así como en el suelo y en las verduras que se siembran en la región.
De la Torre Martínez subrayó que la irrigación de las verduras se hace por inundación, -estancada-y es en este momento en que las plantas se contaminan, en este caso se tiene a la lechuga, coliflor y cilantro, en este último se ha encontrado la presencia del virus. En una segunda etapa de la investigación se tenía proyectado conocer el tiempo de vida del virus en las aguas y plantas, así como su capacidad de contagio, sin embargo, la cancelación de los fideicomisos donde se encuentran estas investigaciones podría originar que estos trabajos se detengan.
Asimismo, indicó que el gobierno del estado ha señalado que se debe esperar para saber cómo terminará este tema, o de lo contrario buscar alternativas para que puedan seguir con el trabajo. El hecho de que se terminara con los fideicomisos, dijo, es un grave problema, ya que podrían afectarse todas las investigaciones, así como la formación de nuevos talentos necesarios para el desarrollo del país. Hasta aquí esta valiosa información.
Como esta investigación deberían hacerse muchas más sobre todo aquello que tiene que ver con nuestra salud, y más ahora que se ha comprobado que en ese tema nos falta mucho por hacer. Y es justamente como lo hemos señalado, amable lector, en el sentido de que en grandes asuntos nacionales no tenemos nada conformado sustancialmente. Lo grave de esta terrible situación es que todo se está complicando, al grado de quedar rezagados, o de plano tener que vivir, o, mejor dicho, sobrevivir en la ignorancia, la miseria y el ostracismo. No es exageración, es la triste realidad que ya estamos enfrentando. Tal como ya lo hemos advertido, después de la pandemia, si es que se acaba, continuaremos con el problema del agua que inició desde hace rato.
De hecho, no es de ahora que se sepa que las verduras que se cultivan en la zona de Pachuca y algunos municipios aledaños son regadas con aguas residuales. Lo lamentable es que nunca se le había prestado la debida atención, hasta que surgió esta terrible calamidad sanitaria. Sin embargo, todo parece indicar que tampoco con estas recientes investigaciones llevadas a cabo por el CIDEA, se tomarán las medidas pertinentes por la cancelación de los fideicomisos. Si esto ocurre en una pequeña porción del país con las aguas negras, ¿qué esperanzas se tiene de que las aguas superficiales-ríos, lagos, etc., de las 13 zonas hidrológico-administrativas, contaminadas por aceite, plástico y pesticida, y en ocho de ellas con materia fecal, parásitos y bacterias, sean tratadas y estén aptas para el consumo humano? (Se duplica arsénico en agua, según revela estudio de la UNAM. EL UNIVERSAL 1-12-2015) Dicho estudio también señala que estos tóxicos reducen hasta 50 por ciento el coeficiente intelectual, complica partos y altera el ADN. Si esta no es una referencia creíble, pues…
Ojalá el gobierno del estado de Hidalgo haya concluido los estudios pendientes en los que se tenía proyectado conocer el tiempo de vida del virus en las aguas residuales y plantas, así como su capacidad de contagio.
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