Recordamos con cariño y respeto a nuestra compañera Rosario Ibarra y traemos a esta carta su ideario.

Su legado a la sociedad mexicana; su lucha, aunque en un principio se centraba en la presentación de su hijo Jesús Piedra Ibarra, se convirtió en una gran demanda necesaria y justa para el pueblo de México.

Su ejemplo de lucha contra la represión de Estado se amplió más allá de la demanda de presentación de los desaparecidos. La impunidad, profesada por las fuerzas del orden y por el Ejército, en aquellos años de terrorismo de Estado, fue y es semilla de la terrible impunidad que afecta aún hoy a la sociedad mexicana; criminalidad e impunidad contra la cual Doña Rosario luchaba denodadamente.

Qué mejor homenaje, que dar cumplimiento a los acuerdos que el gobierno mexicano ha suscrito de acceso a la verdad y esclarecimiento histórico, búsqueda de los desaparecidos con vida, castigo a los culpables de estos hechos y de tortura y ejecuciones extrajudiciales.

Hay que señalarlo con claridad: el resarcimiento a las víctimas y las garantías de no repetición, que según nosotrxs, integrantes del Comité Eureka desde su fundación, se contradice con el poder otorgado a las fuerzas castrenses. El cumplimiento de estos acuerdos sería el mejor homenaje a Doña Rosario, que estará siempre a nuestro lado.

¡Vivos se los llevaron! ¡Vivos los queremos!

Integrantes del Comité Eureka: Lourdes Uranga, Elda Nevárez, Juan Bautista, Aicela Fernández, Leticia Carrasco, Juan Carlos Mendoza, Sara Hernández

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