¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón. Tanta sangre que se llevó el río, yo vengo a ofrecer mi corazón. Fito Páez

Arrancan las elecciones que culminarán el domingo 2 de junio de 2024. México llevará a cabo el proceso electoral más grande de su historia; millones de personas acudirán a las urnas para elegir 19 mil 746 cargos locales y 629 federales, incluido el máximo cargo de elección popular del país: la Presidencia de la República.

Primer acto: Los partidos "Sin primarias" abrieron la puerta al crimen organizado.

Todo el territorio nacional está en disputa, en riesgo de ser capturado por grupos de delincuencia organizada o en proceso de consolidación del Estado Mafioso, el riesgo de entrar en una mafiocracia, derivada de los vacíos de poder, es ya una probabilidad.

Los grupos de delincuencia organizada que usan la violencia y cooptan al Estado se distinguen porque el grupo criminal que emplea la violencia no podía reclamar el monopolio de dicho uso. Sin embargo, esa realidad ha cambiado. El Estado en muchos lugares del país ha cedido el control de los territorios y sus estructuras económicas, sociales y políticas están bajo el dominio de la violencia...

Frente a esta cruda realidad, donde el Estado mexicano se disputa, se captura o es controlado por la delincuencia organizada, ningún partido político entendió la importancia de salvaguardar la Democracia, a través de diversas acciones que protejan la libre elección de nuestras autoridades, de nuestros representantes populares y de nuestro destino político y social; una de ellas es poder realizar elecciones primarias para definir sus candidaturas y blindar el proceso electoral. Los partidos políticos han perdido la gran oportunidad de abrir el proceso de selección de candidaturas al pueblo de México, y reducir la posibilidad de que grupos criminales influyan en las nominaciones.

Las elecciones primarias habrían fomentado la participación de un mayor número de personas en el proceso político, lo que aumenta la vigilancia y la supervisión ciudadana sobre posibles intentos de influencia criminal. La competencia entre personas candidatas en las elecciones primarias pudo llevar a un mayor escrutinio público sobre los antecedentes y la idoneidad de los aspirantes, lo que pudo disuadir a políticos y empresarios criminales vinculados a la delincuencia organizada de postularse o de obtener apoyo.

Las elecciones primarias están sujetas a regulaciones electorales específicas, el INE pudo prevenir la influencia de la delincuencia organizada, así como rastrear el financiamiento "legal" que proviene de la venta de droga, el tráfico de personas, la pornografía infantil, la venta de armas y el tráfico de seres humanos, así como la exigencia de revelar los vínculos con la delincuencia organizada.

Los partidos políticos y las autoridades electorales pudieron colaborar con los organismos de seguridad para identificar y prevenir la infiltración de la delincuencia organizada en el proceso electoral. Sin embargo, las encuestas, las tómbolas, las rifas, los dedazos, las cargadas y otras artimañas antidemocráticas han ganado terreno, anulado al pueblo y hoy no contamos con elecciones blindadas, quizás para 2027 lo entiendan.

Segundo acto: Las campañas "La sangre de candidatas y candidatos" la libertad del miedo.

Derivado del debilitamiento del pacto político democrático, y la construcción del miedo a participar, los líderes políticos en el Senado de la República, como garantes del pacto federal, deben exigir a las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley y garantizar un sistema judicial independiente y eficaz que investigue, enjuicie y sancione a los responsables de todos los actos de intimidación, agresiones, filtración de información, amenazas, actos violentos, violencia política por razones de género y, desde luego, los homicidios contra toda persona candidata.

Prevenir el homicidio de las personas candidatas durante el proceso electoral en México es un desafío complejo que requiere una serie de medidas integrales y coordinadas. Las estructuras de campaña de todos los partidos políticos y las instituciones de seguridad que no estén capturadas deben construir el piso mínimo de protección y seguridad. Se deben implementar medidas de protección efectivas para los candidatos que puedan estar en riesgo, incluyendo escoltas, refugios seguros y sistemas de alerta temprana. En mi experiencia, candidatas y candidatos en riesgo deben usar chaleco antibalas, sus familias se los agradecerán.

Sin una investigación y persecución exhaustiva y transparente de los homicidios que han ocurrido durante otros procesos electorales, no se asegura que se lleve a cabo un proceso penal adecuado de los responsables y se garantice la justicia para las víctimas y sus familias. Municipios y estados donde ya asesinaron a algún candidato deben redoblar la protección de candidatos y candidatas, y sumar la protección de las estructuras electorales de todos los partidos, ningún grupo criminal puede controlar los votos, no nos puede volver a pasar lo que sucedió en Sinaloa en 2021.

Es una exigencia que el presidente de la República, las dos mujeres candidatas y el candidato a la presidencia, así como los líderes de sus respectivos partidos, promuevan la tolerancia política y el respeto a los derechos humanos, donde las diferencias ideológicas se resuelvan de manera pacífica y se proteja la libertad de expresión y participación política. Sin romper el miedo difícilmente candidatas y candidatos abordarán los temas que urgen a las y los mexicanos, urge un ambiente seguro para dialogar entre distintos.

Tercer acto: El INE y LOS DEBATES "Con las víctimas todo, sin ellas nada".

Desde la corrupción familiar con Vicente Fox Quezada; pasando por la mafiosa guerra de Felipe Calderón Hinojosa; y por el fallido Estado de Seguridad y la corrupción de los gobernadores de Enrique Peña Nieto; así como por el abandono de las víctimas, los abrazos y no balazos, y los saludos a familiares de criminales con Andrés Manuel López Obrador.

Después de 507,609 homicidios en casi 24 años, de 854 desaparecidos con Vicente Fox (2000-2006); 17,210 con Felipe Calderón (2006-2012); 35,305 con Enrique Peña Nieto (2012-2018); y 46,782 con Andrés Manuel López Obrador (2018-2023), después de 607,760 SUEÑOS, VIDAS Y FAMILIAS ROTAS, los familiares de las víctimas tienen derecho a participar en los debates que organice el INE.

El INE que todos hemos construido tiene la posibilidad de organizar otro tipo de debates, no se trata solo de buscar especialistas que formulen preguntas; esa es una tarea que debe continuar. La idea es que el INE, entendiendo la magnitud del dolor y la desesperanza que viven las víctimas y sus familiares en México, y aproveche el proceso electoral y contribuya a la paz.

El INE tiene hoy la responsabilidad ética y democrática de abrir espacios de diálogo inclusivo y promover la participación de las víctimas en la construcción de paz en nuestro México; no solo se trata de organizar elecciones, debemos elevar nuestras expectativas.

Imaginemos a Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez debatiendo en cadena nacional, donde quienes les interroguen sean los familiares de víctimas del crimen organizado, donde sean cuestionados por la reserva moral de México las madres buscadoras, donde la clase política no tenga miedo de ser expuesta.

El candidato y las candidatas presidenciales serán invitadas a participar y se les dará la oportunidad de responder preguntas tanto de periodistas como de víctimas del conflicto que se vive en México desde hace dos décadas.

Durante el debate, las víctimas tendrán la oportunidad de compartir sus testimonios y plantear preguntas a los candidatos sobre temas relacionados con la justicia transicional, la reparación a las víctimas, la búsqueda de los desaparecidos, la reconciliación, el tejido social y la construcción de paz en México.

La participación de las víctimas en el debate contribuirá a resaltar la importancia de abordar de manera integral las consecuencias del conflicto en México, y a sensibilizar a Claudia, Xóchitl y Jorge, así como al público, sobre la necesidad de trabajar en pro de la coexistencia, la reconciliación, la resiliencia y la paz.

No sería algo nuevo; en Colombia, se han organizado diversos debates electorales que han incluido la participación de víctimas del conflicto armado interno. Uno de los debates más destacados tuvo lugar en el marco de las elecciones presidenciales de 2018.

Probablemente si la ciudadanía, la clase política, el presidente de la República, las candidatas y candidatos definieran en este 2024 el camino de la Democracia y la Paz vs la Delincuencia Organizada, construiríamos blindajes electorales, salvaríamos la vida de candidatos y candidatas, y construiríamos paz con justicia y dignidad para las familias de las víctimas y todo el pueblo de México.

Presidente fundador de Cauce Ciudadano AC

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