Los soldados celebraron diferente, fuera de los cuarteles militares, y celebraron su día con tamales, chocolate, con sus familias bailando y cantando, a diferencia de como se acostumbraba en años anteriores.

El sol deja caer sus rayos intensos sobre el Zócalo en la celebración del Día del Ejército Mexicano, pero no parece importarles a cientos de soldados que se ahí se encuentran, puesto que el bailar hace que no lo sientan y además, como ellos lo dicen, están acostumbrados a situaciones difíciles.

Son más de las 9:40 de la mañana y varios soldados se paran de las sillas y comienzan a bailar bajo las notas de la Sonora Dinamita y su canción “Escándalo”.

“Me encanta, nunca habíamos celebrado así, con baile, comida y con nuestras familias, hijos y con los compañeros. Creo que es la mejor celebración que hemos tenido, un poco de esparcimiento”, comenta Lucía, una soldado que mueve las botas con destreza junto con uno de sus camaradas del cuartel, mientras que algunos soldados vencen la timidez y sacan a bailar a compañeras.

Miguel Gómez, hermano de un soldado del Estado de México, felicitó al gobierno federal por haber sacado de los cuarteles e instalaciones militares esta celebración, puesto que es menos rigurosa la seguridad y es menos formal.

Atrás de las gradas, militares se forman para obtener tamales y chocolates “y celebrar con el estómago lleno”, dice una de las personas que sirven los alimentos.

Son las 11:05 y el presidente Andrés Manuel López Obrador sale de Palacio Nacional, lo que hace que una trompeta suene y todos los militares se paren y hagan el saludo militar.

Flanqueado por los secretarios de la Defensa Nacional y de Marina, Luis Cresencio Sandoval y José Rafael Ojeda Duran, respectivamente, el Presidente y su esposa Beatriz Gutiérrez suben al escenario principal para ver la oaxaqueña Danza de la Piña, presentada por la Compañía Oaxaqueña de Danza Tradicional y por elementos de la Sedena.

En las enormes bocinas se escucha “Pinotepa”, mientras el Ejecutivo federal sonríe y aplaude a las militares que bailaron, así como al teniente de arma blindada Carlos Terrones Mendoza y la subteniente intendente Mariel Betzaida Santamaría Martínez, quienes declamaron la poesía Sentimientos de un soldado.

Es la hora de hablar del Presidente, quien agradece a los militares su apoyo y “darle la espalda al golpismo” y “no escuchar el canto de las sirenas”.

“Doy gracias por estar a favor de la Cuarta Transformación, que significa, en esencia, lograr entre todos los mexicanos, desde abajo, una sociedad mejor, un México más libre, más justo, más democrático y más fraterno”, comenta antes de retirarse.

Son las 12:46 y la Sonora Santanera de Carlos Colorado comienza a tocar “El yerberito”, lo que hace que los soldados comiencen a aplaudir y bailar.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses