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Ricardo Bucio Mújica, titular del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), afirmó que la parte más importante de la atención que debe brindarse a los niños y adolescentes luego de un siniestro importante es no desconocer sus emociones, y como personas adultas, reconocer que sentimos miedo.

“Ante el desastre, pareciera que la situación de los niños se reduce a que estén a salvo, es la parte más importante, pero hay que vigilar también las interpretaciones que ellos hacen respecto a los eventos de emergencia”, detalló.

Recomendó a los padres de familia hablar con sus hijos, explicarles que es una situación eventual, que no es seguro que vuelva a repetirse, pero sí probable, y en todo caso acordar con ellos algunas medidas de protección para que estén prevenidos dependiendo del lugar en donde se encuentren si vuelve a ocurrir una situación así.

Aseguró que garantizar su seguridad es una prioridad, pero también es necesario reforzar su confianza para evitar situaciones de trauma, si es que el terremoto lo vivieron en la escuela o en casa.

Propuso darles una responsabilidad y hacerlos sentir parte de la ayuda y de la solución. “Lo que pueden hacer es apoyar en sus casas, atendiendo a dos grupos que suelen pasar desapercibidos también en esta clase de situaciones, los adultos mayores y las mascotas. Un niño, sin dejarle a su cargo el cuidado de estos sectores, perfectamente puede avisar de alguna emergencia que involucre al adulto mayor que vive con él o a sus animales de compañía”, indicó.

Recordó que también es importante no sobreexponerlos a la información que proporcionen los medios de comunicación sobre el sismo, porque la repetición constante de imágenes puede generar pánico y afectarles emocionalmente.

También adelantó que previo al regreso a clases, se coordinará con la Secretaría de Educación Pública (SEP) para aplicar las recomendaciones emitidas por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Comité de los Derechos del Niño (CRC, por sus siglas en inglés), para la protección de los menores ante un caso de desastre.

“Estamos apoyando en la revisión de los planteles educativos y antes de que la SEP autorice el regreso a clases en todos los estados afectados, se está haciendo una revisión de los materiales y las técnicas que los docentes pueden aplicar con los niños”, dijo.

Apuntó que lo primero es no olvidar la situación y trabajarla en las aulas. “Los docentes deberán escuchar a los niños desde el primer día de su regreso y elogiar el valor que tuvieron ante la situación, puesto que muchos se sienten culpables por no guardar la calma o no mantener el orden que siempre recomiendan en las actividades”.

Aseguró que el sistema comparte herramientas que utilizan algunos organismos internacionales con las autoridades educativas. “Vamos a trabajarlas con la secretaría para darles información de cómo tratarlo con los niños y que eso se pueda hablar de manera grupal”.

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