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Las reformas constitucionales en tema de derechos humanos, amparo y la reforma penal no han erradicado vicios en el sistema judicial que existían antes de la implementación de los juicios orales y del sistema penal acusatorio, señaló el rector de la Universidad Iberoamericana en la Ciudad de México, David Fernández Dávalos.

A pesar de que se ha registrado un “avance incipiente” en el cual los jueces dictan mejores sentencias, no se han erradicado situaciones como acusar a alguien que no esté relacionado con un delito de haberlo cometido días antes, investigaciones deficientes.

También persiste que se le dé mucha credibilidad al parte que elaboran los policías, y el arraigo, presiones a los acusados para que se autoinculpen, para que elijan un juicio breve a cambio de menores sentencias, señaló durante la presentación del informe “Del papel a la práctica: la aplicación de las reformas constitucionales en el sistema de justicia 2011-2016”.

Fernández Dávalos dijo que después de que iniciaron las reformas en el sistema de justicia penal surgieron grupos sociales conservadores que han promovido contrarreformas con el argumento de que se van a vaciar las cárceles.

“Es falso que sea culpa de la reforma, y lo prueba el informe, el que ahora haya un mayor nivel de inseguridad y una mayor zozobra social. Por supuesto que la reforma se puede mejorar, por supuesto que hay cosas que tenemos que revisar, pero me parecería un grave error echarla para atrás, y sobre todo renunciar a la pretensión original de la misma”, dijo.

Comentó que cuando se dieron las reformas, en la academia se dieron cuenta que va a ser necesario brindar a los estudiantes universitarios una nueva formación en derecho constitucional, en derecho penal y en derechos humanos.

“Una primera tarea que tenemos es formar a quienes van a tener participación en el sistema de procuración y administración de justicia de una manera distinta, incorporando esto (las reformas), dado que van a ser principios duraderos y principios profundos, es decir, que cambian la comprensión del derecho”, dijo.

“Tenemos que cambiar el modo de enseñar el derecho; hay que enseñarlo ahora como una herramienta más para el cambio social, como una herramienta para construir la sociedad justa, democrática, participativa, garantista y respetuosa de los derechos humanos que queremos”, agregó.

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