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Por las calles de las colonias Roma y Condesa, brigadistas y voluntarios caminan solos o en fila hacia la zona de emergencia, cuyo punto de reunión son los parques México o España. Avanzan por calles y avenidas como si fueran mineros. Se distinguen por los cascos que llevan en su cabeza o bien, por las herramientas que traen en las manos: picos, palas y algunos serruchos que cargan en sus mochilas, como los de Irving y Said Badillo, que llegaron de la delegación Iztacalco para ayudar.

No, no las compraron con su dinero, sino que las recibieron en Shaktea un pequeño negocio especializado en tés que se ubica en la callé de Sinaloa, que desde ayer funciona como centro de acopio. Aquí se reciben donaciones de agua, equipo de curación y construcción, que es entregado a los voluntarios que buscan herramientas para moverse con ellas al rescate.

“Empezamos con esto el día 20” cuenta Paulina, encargada del lugar y quien lamenta no haber tenido aún tiempo para darse un baño a consecuencia de la carga de trabajo que genera esta labor.

Por eso Irving y Said solicitaron un par de palas, alcohol en gel, café, aceite y algunas botellas de agua que a su vez entregarán en los centros de acopio de esos parques. Los llevarán en bicicleta ante el cierre de decenas de calles, avenidas y vías rápidas para limitar la zona de emergencia y evitar el paso de curiosos y prensa.

Las centenas de voluntarios que se encuentran en la zona reciben otras ayudas importantes. Decenas de negocios como Shaktea abrieron también sus puertas para ofrecer acceso a baños gratuitos, Wifi y enchufes para cargar celulares sin costo, sillas para descansar un momento, obsequio de líquidos (café, té, agua), así como el cuidado de mochilas y pertenencias. Para estos pequeños y medianos negocios, es la forma ideal de retribuir en algo a sus clientes que al mismo tiempo son vecinos damnificados de la zona.

En el Parque México un letrero llama la atención. “El Péndulo, en apoyo a los voluntarios estamos regalando café, pan, sándwich, agua”. Por eso en la entrada hay tres mesas dispuestas con baguetes, una olla con agua de sabor y dos cafeteras. No fueron los únicos, la taquería Álvaro Obregón también regaló tacos —un día antes— en el Parque México.

Las ayudas están en lugares inesperados. Una ferretería, ubicada en las calles de Sonora esquina con Nuevo León, justo enfrente del campamento que opera como acopio de herramienta, se encuentra cerrada porque es revisado por Protección Civil. Pero los brigadistas no olvidan que aquí les fueron obsequiados picos y palas para la búsqueda de sobrevivientes entre escombros. El camión de una tienda departamental traslada cubetas y herramienta pesada desde la colonia Roma hacia Tlalpan. No es el único, hay nueve más.

Tres motocicletas de una popular franquicia de sushi se detienen junto a los soldados que cerraron el paso junto al Plaza Condesa. Mueven víveres de un punto a otro bajo la leyenda “centro de acopio móvil”.

Una gran fila de camiones de volteo espera instrucciones del Ejército. Llegaron desde las ocho de la mañana y en cualquier momento serán llamados para recoger escombro en alguno de los puntos de rescate de la Roma y Condesa. Uno de los choferes explica que la mayoría trabaja en Idea Desarrollos, una de las constructoras de vivienda en la delegación Cuauhtémoc.

La arquitecta Marisela Montaño está dentro de la zona que recorrió a pie. Era necesario hacerlo así para llegar a casas y departamentos de los clientes del despacho privado donde trabaja; ellos les pidieron apoyo para la revisión de estructuras ante la incertidumbre de saber, si después del sismo del día 19 de septiembre, se encontraban en un lugar seguro.

“Encontramos fugas de agua, grietas y desprendimientos. Por miedo, estos clientes salieron de sus departamentos y se fueron con familiares. Pero en la revisión que hice encontré que en general las estructuras respondieron bien y que los daños que presentan son reparables, porque no hay daños en columnas, trabes, lozas y cimientos.

“Ya tenían una opinión de Protección Civil, pero les dio confianza tener una segunda que iba en el mismo sentido”, relató.

Paralelo a las labores de rescate, la búsqueda de personas y animales se manifiesta en postes y paredes. Por eso es común encontrar volantes con fotografía o dibujos como este: “Buscamos a Jesús Alberto Vázquez del Villar, durante el temblor se encontraba en la zona de Álvaro Obregón”.

O este otro: “Buscamos a Cora [gata negra y muy peluda], la rescataron en el restaurante litoral”. Como en toda tragedia, alguien siempre busca a alguien.

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