El proyecto para crear la segunda biblioteca comunitaria en la Sierra Mixe de Oaxaca se encuentra en marcha, dio a conocer Adriana Kupijy Vargas, estudiante de la UNAM , que se ha dedicado a conseguir libros en donación para llevarlos a los rincones más alejados de su estado.

Esta joven estudiante de la licenciatura en Pedagogía de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán , es integrante del Sistema de Becas para Estudiantes Indígenas (SBEI), dio a conocer que a fin de año abrirá la segunda biblioteca de este tipo pero ahora en la comunidad Las Flores.

Su primer proyecto se cristalizó cuando logró la apertura de la biblioteca comunitaria en la Ranchería de Tejas, con cuatro mil ejemplares; los libros los fue llevando en su mochila y los consiguió a través de campañas de donación que organizó en Facebook, relató.

“El conocimiento no debe ser un privilegio de pocos, sino el derecho de muchos; somos células transformadoras que se contagian unas a otras, sobre todo para una transformación social”, afirmó Adriana en conferencia de prensa en la FES Acatlán.

La campaña de donación para este proyecto, que se llevó a cabo en el municipio de Santa María Tahuitoltepec, al cual pertenece la ranchería de Tejas, fue tan exitosa que de 500 libros que había planteado en una meta inicial, podrá crear una segunda biblioteca.

"Para esta segunda biblioteca nos hemos topado con algunas barreras, como la falta de recursos, pero sobre todo de carácter humano, pues requieren de bibliotecólogos y talleristas que estén en dicho espacio para convertirlo en un centro de cultura.

"Esta iniciativa se basa en una sola palabra en ayuujk, lengua mixe: 'Ja wejën ja kajën', que significa 'las cualidades del ser humano y de su cuerpo para la comunidad'. Desde que estaba en sexto grado de primaria sabía que la educación es crucial para la trasformación, y que leer nos hace libres; desde ese momento supe que quería estudiar en la UNAM.", recordó.

Entre los libros que la marcaron se encuentra, por ejemplo, Lilus Kikus, de Elena Poniatowska, así como poemas y relatos de José Emilio Pacheco, y las novelas de Marcela Serrano.

"Hago un llamado a la Universidad, a la sociedad y al gobierno para que sigan poniendo interés en los proyectos que tienen los jóvenes, porque es importante que se mire hacia nuestras comunidades, hacia nuestros contextos, nuestras realidades, para gestar conocimientos desde ahí”.

rmlgv

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