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“¿De qué sirvió apretarse el cinturón si estoy perdiendo mi patrimonio?”, se pregunta Elsa Reyes Morelos, mientras mira la cuarteadura de la sala de su departamento.

Tras el sismo del 19 de septiembre, el edificio contiguo a su departamento colapsó, pero al momento del derrumbe se ladeó hacia la izquierda en la torre de departamentos vecina. El peso ha generado grietas en los muros. Mientras el otro inmueble no sea derrumbado, los vecinos del edificio 505 de la calle Tokio, en la delegación Benito Juárez, no podrán reparar las afectaciones.

Elsa recuerda que cuando regresó el martes por la tarde de trabajar, elementos de Protección Civil tenían acordonada la zona de su departamento y le impidieron el acceso; sin embargo, tras hacer una revisión, le comentaron a ella y a sus vecinos que podían habitar el departamento.

“¿Cómo vamos a quedarnos? Hace rato [sábado en la mañana] cuando tembló se cimbró el edificio. No nos vamos a quedar. Si el edificio de al lado se cae, se lleva al de nosotros”, comenta.

Las grietas en el departamento de Elsa empiezan desde el comedor. De una grieta se desprenden varias fisuras que llenan la pared y continúan hacia la cocina, el baño, el cuarto de lavado y una de las recámaras.

Elsa vive con sus dos sobrinas, pagó un millón 800 mil pesos por el departamento 202 del segundo piso. Hace poco más de tres años que se mudó y concluyó de pagarlo hace poco; como el costo ha sido liquidado, no cuenta con ningún seguro para enfrentar los gastos de la reparación, por lo que ella misma tendrá que pagarlos. Tras el sismo de 7.1 Richter, su patrimonio está amenazado por el edificio vecino que está a punto de colapsar. Pese a este peligro, no hay una fecha para la destrucción de dicho inmueble.

“El primer paso es que se tomen acciones sobre ese edificio. No podemos hacer nada, no podemos reparar los daños hasta que no hagan la demolición del otro edificio, porque aunque lo arreglemos, el peso va a seguir fracturando las paredes. No sabemos cuándo lo vayan a destruir, esperemos que no pase tanto tiempo, porque estamos en un riesgo constante”, dijo.

Necesario, empezar la demolición. Angélica Ramírez de los Santos, vecina del edificio Tokio 505, cuyo departamento también se ha visto afectado, recuerda el momento en el que se derrumbó el edificio contiguo. Al encontrarse en el tercer piso, no pudo salir del inmueble, por temor a quedar atrapada en las escaleras. Considera que en la delegación Benito Juárez se ha “sobreexplotado” de construcciones con departamentos, ya que a cada paso hay un inmueble de este tipo.

“Se vio muy aparatosa la caída del polvo. De inmediato empezó a oler horrible a gas, no sabía a dónde correr. Esta zona sí se ha sobreexplotado en cuanto a la construcción, pero obviamente depende mucho del gobierno que autoriza”, dice.

Comenta que en su calle no hay una zona segura en caso de un sismo, porque todo esta lleno de departamentos. “No hay para dónde correr, sales y enfrente hay un transformador, los cables de la luz, hay otro edificio de departamentos, necesitamos una zona de resguardo donde sentirnos seguros”.

Comenta que la empresa que construyó el edificio es MP Inmobiliaria.Ante esta situación, los vecinos contactaron a la firma y esta se ofreció a poner una estructura para soportar el peso de los escombros del inmueble colapsado; sin embargo hasta que el edificio aledaño no sea demolido, la torre de departamentos está en riesgo constante.

“La inmobiliaria sólo habló de apoyarnos a apuntalar el edificio, también dijo que ponen la mano de obra para hacer una estructura de metal que soporte momentáneamente el edificio; sin embargo, la prioridad es la demolición del inmueble de al lado, si no, con todo y la estructura de metal, el nuestro se verá afectado y el peso de los escombros seguirá cuarteando los muros”, señala.

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