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Durante el movimiento estudiantil de 1968, el emblemático auditorio que pertenece a la Facultad de Filosofía y Letras (Ffyl), cambió de nombre de Justo Sierra, como fue nombrado luego de su creación, a como es conocido hasta ahora: Ernesto Che Guevara.

Hoy hace 50 años los alumnos que participaron en las asambleas convocadas en el recinto decidieron renombrar al auditorio como en honor al guerrillero cubano argentino que había caído en combate en 1967.

El espacio oficialmente fue nombrado Auditorio Justo Sierra en 1954 y sirvió para distintas actividades como conciertos, conferencias, mesas redondas y para el llamado cine-debate dominical.

El espacio universitario, el más grande en su tipo que tienen la UNAM, sirvió, además, como sede para reuniones, asambleas estudiantiles de años posteriores.

Hubo conferencias de personajes de la talla de Julio Cortázar, Mario Benedetti, Susan Sontag, Luis Villoro, José Saramago, Pablo Neruda, Carlos Monsiváis, entre otros. Además, antes de ser tomado en el año 2000 sirvió como sede para apreciar los conciertos de la Orquesta Sinfónica de la UNAM.

En la actualidad, el auditorio lleva 16 años tomado por grupos autodenominados anarquistas. Las autoridades y la comunidad universitaria han exigido su devolución y se han situado diversas disputas. En 2001 el director de la Facultad de Filosofía, Ambrosio Velasco, convocó a una reunión con la comunidad universitaria y las personas que tenían tomado el lugar para determinar el futuro del mismo. La votación propuesta no se concretó, por lo que año con año la discusión continúa.

El actual rector de la UNAM, Enrique Graue, convocó a la Comisión de Seguridad a realizar una lluvia de ideas para lograr la devolución del auditorio, sin poder llegar aún a una resolución.

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