El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, celebró la crítica, pero condenó los insultos en redes sociales tras manifestar su respaldo al presidente Andrés Manuel López Obrador, ante la tensión diplomática con el gobierno boliviano.

El jueves pasado llamó a la unidad y pidió que Bolivia “suba el nivel del debate y que se busque una solución acorde al derecho internacional, en lugar de lanzar descalificaciones”, esto después de que el expresidente de Bolivia Jorge Tuto Quiroga llamara “cobarde matoncito” a Andrés Manuel López Obrador.

“Cuando se ataca e insulta al jefe del Estado, todas y todos debemos estar unidos. Hacia el exterior no hay división que valga. Mi solidaridad personal con @lopezobrador_”, escribió Zaldívar en Twitter.

“Mi opinión, a título personal, sería la misma ante un acto similar de falta de protocolo y cuidado hacia cualquiera de los poderes del Estado mexicano”, agregó.

Lo anterior le valió una serie de críticas por presuntamente no respetar la división de poderes, entre ellas la del director de Human Ri- ghts Watch para América, José Miguel Vivanco, quien comentó: “No, señor Zaldívar, Andrés Manuel López Obrador no es México y el Poder Judicial nada tiene que decir en el debate con Bolivia”.

Tres días después, el ministro respondió a sus detractores: “Las críticas siempre son bienvenidas. Aportan y nos hacen reflexionar. [Sin embargo], los insultos son vacíos. Dicen más de quien los emite que de aquel al que se dirigen”.

Pese a estar de vacaciones, Zaldívar no ha dejado de tener actividad en sus redes sociales.

El pasado 22 de diciembre utilizó Twitter para expresar su afecto y respeto a su amiga, la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, quien antes de Navidad exoneró al titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz, por un supuesto conflicto de intereses.

“Con independencia del afecto y respeto que le tengo a mi amiga, la secretaria Irma Eréndira Sandoval, aclaro que este tuit es anterior al tema que le tocó resolver.

“No me corresponde pronunciarme sobre un asunto tramitado en instancias de otro poder”, indicó.

Este comentario también desencadenó una serie de críticas de diversos sectores sociales, los cuales le cuestionaron al ministro su respeto a la división de poderes.

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