La primera vez que la Secretaría de Salud habló sobre el “nuevo coronavirus” fue el 17 de enero de 2020, durante la primera y única reunión con medios de comunicación que realizó el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, acompañado del subsecretario Hugo López-Gatell Ramírez, entre otros funcionarios. Entonces, el tema que acaparaba la atención era si los institutos de salud podrían brindar servicios de manera gratuita.

“Este brote de coronavirus en Wuhan, China, es un brote retador, la OMS, incluidos nosotros, no hemos identificado propiedades pandémicas, pero ciertamente se identificó una razonable eficiencia de transmisión humana y ya se ha sabido de dos casos fuera de China, ocurrieron en Tailandia”, dijo el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell.

Dos días antes, la Ssa emitió un aviso preventivo de viaje a Wuhan, China, debido al brote de neumonía con agente causal no identificado; sin embargo, en los aeropuertos internacionales del país, la normalidad siguió su curso y las autoridades sanitarias insistían en que no se cerrarían fronteras.

Conforme el mundo informaba sobre el avance de la nueva enfermedad respiratoria, el gobierno federal no se inmutó, pues había otros problemas por resolver: justo el 22 de enero, padres de niños con cáncer bloquearon los accesos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), en protesta por el desabasto de medicamentos para las quimioterapias de sus hijos.

Con 17 muertes en China y más de 400 casos, la secretaría encabezada por Jorge Alcocer Varela designó el mismo 22 de enero a José Luis Alomía Zegarra como vocero oficial único para presentar las actualizaciones existentes sobre el coronavirus. A partir de ese momento y hasta el 28 de febrero, todos los días en punto de las 21:00 horas se publicó el Informe Técnico Diario con todo lo relacionado al nuevo coronavirus.

“México está implementando medidas que nos van a permitir atender casos de la mejor manera posible”, dijo Alomía Zegarra en conferencia de prensa, pero nunca quedó claro cuáles fueron esas acciones, más allá de establecer posibles escenarios ante la pandemia.

Pasaron 42 días para que el primer contagio en México se anunciara de manera oficial y el gobierno se encargó de afirmar una y otra vez que no se trataba de una emergencia sanitaria, que incluso la influenza era más letal que la enfermedad provocada por el SARS-CoV-2.

“En el Instituto de Enfermedades Respiratorias detectamos un caso nuevo que en el curso de las últimas horas de la noche nos informaron que había una prueba reactiva positiva, hoy a las 6 de la mañana salió ya el resultado y se confirma, de modo que tenemos un caso confirmado de coronavirus, este consideraríamos que es el caso índice”, señaló López-Gatell el 28 de febrero.

Aquel viernes los habitantes de la Ciudad de México se volcaron a las calles en búsqueda de cubrebocas, pero las farmacias anunciaban que estaban agotados, en el transporte público ya se veía a uno que otro pasajero con el insumo colocado sobre su rostro; en Sinaloa se desató el caos porque la población quería comprar todos los productos de limpieza disponibles en anaqueles.

En los alrededores de la zona de hospitales, al sur de la capital, ninguna farmacia tenía cubrebocas ni mascarillas KN95, los institutos nacionales de salud apenas empezaban a colocar mantas para informar la manera en que realizarían los Triage respiratorios en caso de tener síntomas y ser acreedores a una prueba reactiva para detectar el virus.

El 28 de febrero fue la primera conferencia vespertina para informar sobre contagios y defunciones por coronavirus en México. En ella Hugo López–Gatell Ramírez, subsecretario de Salud; José Luis Alomía Zegarra, director de Epidemiología, y Gustavo Reyes Terán, comisionado coordinador de los Institutos Nacionales de Salud encabezaron la reunión con medios de comunación.

En esa primera conferencia vespertina, el subsecretario López-Gatell Ramírez aseguró que el nuevo coronavirus no significaría una emergencia nacional, ni tampoco en el contexto de una emergencia de salud. “Esto es muy importante tenerlo claro, porque estamos en la fase inicial de importación”.

Veinticuatro días después, luego de que el país contabilizó 367 casos y ya se consideró una transmisión comunitaria del virus, además de cuatro defunciones, el gobierno implementó la Jornada Nacional de Sana Distancia, la cual concluyó mes y medio después de lo programado, el 1 de junio.

Así fueron los primeros días de Covid en México; a un año se han registrado más de 2 millones de contagios y 185 mil defunciones.

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