Familiares de víctimas de feminicidio se manifestaron ayer por la tarde en el Zócalo de la Ciudad de México para exigir justicia por cada asesinada y para que se erradique este delito.

Alrededor de las 12:00 horas, las madres de las víctimas pintaron una enorme cruz rosa sobre la explanada de la Plaza de la Constitución, frente a Palacio Nacional, para que sus demandas sean escuchadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

“La cruz rosa es un acto de memoria por las que nos han arrebatado, la ponemos aquí, donde duerme el Presidente, para que se dé cuenta de que los feminicidios son una emergencia nacional”, señaló Lidia Florencio.

La señora Lidia Florencio sabe lo que es la impunidad desde hace tres años, cuando su hija Diana Velázquez Florencio fue asesinada en Chimalhuacán, Estado de México. Aunque las autoridades lograron detener al presunto responsable de la muerte de Velázquez, esta semana el acusado evadió la justicia porque no hubo elementos para vincularlo a proceso.

“Han sido años difíciles, nunca hemos bajado el ritmo de este caminar, siempre estamos presentes en las acciones que se llevan a cabo, siempre hemos gritado que queremos justicia por Diana y por todas las mujeres asesinadas”, dijo.

Ante la manifestación, desde muy temprano el Gobierno de la Ciudad de México desplegó elementos de seguridad para resguardar Palacio.

En esta ocasión no hubo pintas por parte de colectivos feministas, puesto que estos se sumaron a la protesta de manera pacífica y únicamente vigilaron la zona.

Florencio y sus compañeras aseguraron que no levantarán su plantón hasta que haya un avance concreto en sus carpetas de investigación.

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