Avalan etiquetado en comida chatarra

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A pesar de las críticas de distintos grupos parlamentarios de que esta medida no resolverá el problema de sobrepeso y obesidad en el país, el pleno de la Cámara de Diputados avaló el dictamen que hace obligatorio que cualquier alimento o bebida que supere los valores establecidos por la Secretaría de Salud en azúcares añadidos, grasas saturadas, sodio y calorías sea rotulado mediante un etiquetado frontal de advertencia.

Este dictamen, que ya fue enviado al Senado para su análisis, recibió 458 votos a favor y dos abstenciones de las diputadas panistas María Elena García y Dunyaska García. Y fue rechazada una reserva que presentó el diputado morenista Rubén Teherán que buscaba posponer la aplicación de este ordenamiento 360 días, hasta que las secretarías de Salud y Economía hicieran las adecuaciones legales en la materia.

Este dictamen hace obligatorio que los productos, alimentos o bebidas no alcohólicas incluyan información nutrimental de fácil comprensión, veraz, directa, sencilla y visible para los mexicanos.

“El etiquetado frontal de advertencia deberá hacerse en forma separada e independiente a la declaración de ingredientes e información nutrimental, para indicar los productos que excedan los límites máximos de contenido energético, azúcares añadidos, grasas saturadas, sodio y los demás nutrimentos críticos e ingredientes que establezcan las disposiciones normativas competentes”, establece la modificación al artículo 210 de la Ley General de Salud en materia de sobrepeso, obesidad y etiquetado frontal de advertencia de alimentos y bebidas no alcohólicas.

También, la Secretaría de Salud podrá ordenar la inclusión de leyendas o pictogramas cuando lo considere necesario.

Quedó eliminado el artículo transitorio que crearía un grupo multidisciplinario para que en un plazo no mayor de un año propusiera los lineamientos para elaborar las disposiciones normativas correspondientes para el etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas que se consumen a nivel nacional y así retrasar su aplicación.

También prevé que se debe proponer una alimentación nutritiva y actividad física.

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Además se deben establecer necesidades nutrimentales para satisfacer los cuadros básicos para evitarlos altos contenidos en azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio, y tratándose de harinas industrializadas de trigo y de maíz se exigirá su fortificación obligatoria, indicándose los nutrimentos y las cantidades que deberán incluirse.

Al fundamentar el dictamen, la presidenta de la Comisión de Salud, Miroslava Sánchez (Morena), refirió que el etiquetado frontal es una herramienta para la prevención y promoción de la salud pública, pues de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) 34% de la niñez en el país, es decir, tres de cada 10 niños de entre cinco y 11 años, así como 35% de adolescentes de entre 12 y 19 años tienen sobrepeso u obesidad.

Resaltó que esto es motivo de preocupación en virtud de que, además de que esta enfermedad comienza a deteriorar la salud desde la infancia, algunas estimaciones indican que de seguir esta tendencia uno de cada dos niños desarrollará diabetes a lo largo de la vida.

Por su parte, el diputado Marco Antonio Adame Castillo (PAN) externó su preocupación por que este tema tenga vicios de partidización y quede en un manejo fáctico o mediático “cuando se necesitan políticas públicas a favor de la salud de los mexicanos y no afectar a otros sectores. El tema es de educación y cultural, pues el etiquetado no es suficiente para resolver este problema. Hablemos de presupuesto, de planes y programas alternativos”.

El diputado Gerardo Fernández Noroña (PT) resaltó que la obesidad es generada en buena medida por la fructuosa que se usa en lugar de azúcar. “Deberíamos promover el uso de piloncillo y del azúcar mascabado. Creo que los etiquetados tendrían que ir más lejos, porque hay cosas que se presentan como alimentos y no lo son”, dijo.