Susan Bro, madre de Heather Heyer, la joven fallecida este fin de semana en Charlottesville, Virginia, a manos de un neonazi, aseguró ayer que al acabar con su vida “trataron de que callara”, pero con su muerte “sólo la han magnificado”.

“Trataron de matar a mi hija para que callara. Bueno, adivinen qué: sólo la han magnificado”, afirmó Bro durante el servicio religioso celebrado en memoria de su hija en el Teatro Paramount de Charlottesville.

“Así que esto es lo que quiero que pase. Mucha gente me pregunta qué pueden hacer. Y estoy leyendo páginas y páginas y páginas sobre cómo ella está conmoviendo el mundo. Quiero que esto se expanda, quiero que esto sea el inicio del legado de Heather”, añadió.

Los asistentes vistieron ropa púrpura, el color preferido de Heather, quien tenía 32 años al morir atropellada por James Alex Fields Jr.

La ciudad de Baltimore retiró ayer sus monumentos al bando confederado de la guerra civil, formado por estados secesionistas y favorables a la esclavitud. Incluso en Montreal, Canadá, la compañía Hudson’s Bay Company retiró una placa que conmemoraba a Jefferson Davis, presidente de la Confederación. La manifestación del sábado se originó por el enojo de supremacistas por el retiro de la estatua de un general confederado.

Mientras grupos neonazis seguían alabando al presidente Donald Trump por condenar también a los contramanifestantes del sábado, Andrew Anglin, editor del sitio web neonazi The Daily Stormer dijo que “prácticamente me han bloqueado todo el acceso a internet”, después de que se burló de Heather. Facebook dijo desde el martes que bloquearía las cuentas de supremacistas.

La Universidad de Florida, en tanto, rechazó la solicitud de un grupo liderado por el supremacista Richard Spencer para realizar un mitin en el campus.

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