“Mi esposa está embarazada y tenemos el temor de que nos contagiemos (...) Tenía planeado regresar a China en febrero, pero, debido al brote, esperaré”.

Quienes hablan son mexicanos que se han visto afectados por el nuevo coronavirus 2019-nCoV, que ya suma 41 muertos en la nación asiática.

Flor Vázquez Jiménez, de 34 años y Química Bacterióloga Parasitóloga, narra que está en “México visitando a mi familia (...) desde noviembre. Tenía planeado regresar a China en febrero, pero esperaré unos meses”.

Enrique Acal, mexicano de 34 años y empresario, tampoco irá a aquel país, aunque ya lo tenía programado. En entrevista con EL UNIVERSAL afirma que su esposa está embarazada “y tenemos temor de que nos contagiemos”.

Luego de que las autoridades determinaran suspender el transporte público en 10 ciudades, prohibir el paso a templos en medio de la celebración del Año Nuevo Lunar e incluso de la Ciudad Prohibida y parte de la Gran Muralla, el joven asegura: “Que cierren dos de las más conocidas atracciones turísticas es una medida muy buena”.

Ante la alarma, resalta la reacción de las autoridades, puesto que “el gobierno chino está actuando muy rápido para evitar más muertes, eso es muy positivo”.

Vázquez Jiménez concuerda con Acal y asegura que Beijing “hizo bien” en cerrar los accesos a Wuhan —donde se originó la enfermedad— para evitar que se siga propagando el virus, “aunque quizás tardó un poco en hacerlo. Lo debió haber hecho en cuanto se dieron los primeros reportes del virus, pero quizás no imaginaron que se propagara tan rápido”.

Luego de que en la nación asiática se registrara el brote de la enfermedad, la joven de Naucalpan, Estado de México, comenta: “Mi esposo es chino, allá viven mis suegros y su demás familia”.

Recuerda: “Ayer y antier hablamos con ellos. Viven en Baoding, en la provincia de Hebei al norte de China. En esa zona hay dos casos y un fallecido”.

Para no confundir con Hubei, donde ayer se registraron 15 muertos más, dice: “Hebei esta más retirado, está al norte de Hubei (...) En toda la provincia es donde está la mayoría de casos”.

Sobre el temor entre la gente ante el coronavirus de Wuhan, la joven que lleva viviendo aproximadamente un año en China declara que sus parientes “están muy tranquilos y la demás familia también. Siguen sus actividades normales de Año Nuevo, dicen que sí hay quienes usan cubrebocas, pero en esa región no hay pánico”.

Por el contrario, acerca de los lugares que han sido sitiados para que no se propague la enfermedad, argumenta que los habitantes de esos espacios “sí se desesperan, sobre todo porque no pueden salir de la ciudad a festejar el Año Nuevo con sus familias”.

Vázquez Jiménez asevera que la gente está angustiada, ya que los hospitales están llenos y tienen que esperar a que los atiendan o irse a otros centros de salud de la provincia.

También recalca que hubo “aumentos en los costos de alimentos y escasez en los supermercados”, pero concluye que “se está controlando la situación, el gobierno está ayudando y mandando víveres. Las personas y empresas donan materiales, cubrebocas y lo que haga falta”.

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