Managua.— El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, rechazó ayer adelantar las elecciones presidenciales de 2021 y criticó duramente a sus adversarios, a quienes llamó “grupo de golpistas”, en medio de la crisis política que vive el país.
“Aquí las reglas las pone la Constitución de la República a través del pueblo, las reglas no pueden venir a cambiarlas de la noche a la mañana simplemente porque se le ocurrió a un grupo de golpistas”, aseveró.
“Ya habrá tiempo para las elecciones tal y como lo manda la ley, todo tiene su tiempo”, agregó.
El mandatario encabezó ayer en la capital nicaragüense una multitudinaria marcha de sus seguidores en respuesta a manifestaciones que reclaman su salida del poder desde hace casi tres meses, en medio de una ola de violencia que ha dejado más de 230 muertos.
“¡Abajo los golpistas!”, “¡Se queda, mi comandante se queda!”, “Queremos la paz”, gritaban los seguidores de Ortega, ondeando banderas del gobernante partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Ortega, ex guerillero sandinista de 72 años, no aparecía en público desde el 30 de mayo, cuando dijo ante miles de seguidores que seguiría en el poder. Ese día, una multitudinaria marcha opositora fue reprimida por las fuerzas del gobierno, con saldo de 18 muertos.
La opositora Alianza Cívica por la Democracia y la Justicia —integrada por sectores de la sociedad civil— aplazó para el próximo jueves una marcha que tenía prevista ayer.
A fin de aumentar la presión contra Ortega, la Alianza llamó además a un paro nacional de labores el 13 de julio, el segundo convocado en medio de la crisis, luego del realizado el 14 de junio con gran aceptación por parte de empleados y trabajadores.
Los opositores acusan a Ortega, quien gobierna desde 2007 por tercer periodo consecutivo, de entablar junto con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, una dictadura marcada por la corrupción y el nepotismo.
En otras ciudades también se efectuaron marchas. Policías y paramilitares incursionaron violentamente el jueves en el poblado indígena de Sutiaba, en la ciudad de León, dejando tres muertos y decenas de heridos y detenidos; mientras que en Masaya, donde aún hay barricadas, opositores marcharon contra Ortega llevando banderas de Nicaragua hacia el barrio Monimbó.