París.— El presidente francés Emmanuel Macron no ha tenido tiempo de celebrar su triunfo en las elecciones del domingo: las legislativas están a la vuelta de la esquina y sabe que se juega la libertad de acción que tendrá en los próximos cinco años.

El Consejo Constitucional publicará los resultados oficiales de las elecciones presidenciales este miércoles. Ese mismo día, Macron tendrá una reunión de gabinete. Luego fijará una fecha para la ceremonia de investidura, que debe realizarse antes del 13 de mayo en el Palacio del Elíseo. Recibirá los honores de la Guardia Nacional y dará un discurso.

Sin embargo, los resultados de las elecciones dejan claro que no es hora de perder el tiempo. Su rival, la ultraderechista Marine Le Pen, obtuvo 41.5% de votos, frente a 58.5% de él. “Lanzamos la gran batalla electoral de las legis- lativas”, advirtió Le Pen la noche del domingo, tras revelarse su derrota. No fue la única.

“La tercera vuelta comienza esta noche”, dijo el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, tercero en la primera vuelta con casi 22% de votos.

Los comicios parlamentarios del 12 y el 19 de junio son clave para que el mandatario liberal pueda llevar a cabo su programa para una “Francia más independiente”, su proyecto “social y ecológico”, “basado en el trabajo”, como prometió el domingo. Su equipo pasó a la ofensiva ayer mismo. El jefe de los diputados de su partido, La República en Marcha (LREM), Christophe Castaner, aseguró que los franceses le darán “la ambición y los medios” para aplicar el programa con el que fue elegido.

Entre sus promesas para transformar Francia figura el “renacimiento” de la energía nuclear y alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, pero también la impopular medida de atrasar la edad de jubilación de los 62 a los 65 años.

Una mayoría de franceses, según dos sondeos publicados justo después de su reelección, no quiere que el mandatario centrista disponga de una mayoría parlamentaria, como la que goza desde 2017 en la Cámara Baja, lo que abriría la puerta a la “cohabitación”.

Sin mayoría, “no puede hacer nada. El rey está desnudo”, explicó a la AFP Dominique Rousseau, profesor de Derecho Constitucional en la universidad Panthéon-Sorbonne. Una vez escogido por el presidente, el primer ministro fija el rumbo del gobierno.

En un sistema de elección uninominal a dos vueltas, el partido de Mélenchon, ecologistas y comunistas negocian ya hacer un frente común para obtener la mayoría de circunscripciones. En una extrema derecha dividida, también se alzaron voces para presentar un bloque unido.

Descontento y abstención

La nueva ofensiva llega en un contexto de descontento y de abstención, que fue la más alta, en torno a 28%, para un balotaje presidencial desde 1969. “Un 35% del cuerpo electoral no votó, o votó blanco y nulo”, resumió en la cadena LCI el politólogo Jérôme Jaffré.

Las razones son múltiples. Los jóvenes, que ya bloquearon liceos en las dos últimas semanas y ocuparon la simbólica universidad de la Sorbona, reprochan al presidente saliente su balance ecológico y social. Los votantes de izquierda cargan contra la reforma de las pensiones.

“Macron es consciente de que tiene que apaciguar”, aseguró a la radio RTL la ministra de Trabajo, Elisabeth Borne, cuyo nombre circula para sustituir al actual primer ministro, Jean Castex. Macron dijo haber “escuchado” a los electores. Está previsto que Castex presente su dimisión y la de su equipo a finales de semana o principios de mayo, y aunque en teoría podría ser volver a ser nombrado, ha admitido que cree que tras la reelección de un presidente debe darse “un nuevo impulso”.

“Sé que muchos compatriotas me votaron no para apoyar las ideas que defiendo sino para bloquear las de la extrema derecha”, afirmó Macron en su primer discurso tras la victoria, reconociendo el país dividido.

Los jubilados y la clase media-alta votaron por Macron, mientras que el antiguo bastión industrial del norte, el este, el Mediterráneo, las zonas rurales con los obreros y asalariados apostaron a Le Pen.

Un respiro para Europa

El triunfo de Macron es, a la vez, un respiro para los europeos, que esperaban que estos comicios mostraran una Europa unida de cara al desafío lanzado por el presidente ruso Vladimir Putin con la invasión a Ucrania del pasado 24 de febrero. La cercanía de Le Pen con Putin, y su rechazo a Europa, hacían temer el mensaje que una victoria de la ultraderechista podría enviar al dirigente ruso.

Pese a las diferencias con Macron, Putin ya lo felicitó por su reelección y le deseó “éxito en su acción pública, así como una buena salud”.

En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador felicitó al “pueblo francés” por no “escuchar el canto de las sirenas” y defender su legado histórico de “libertad, igualdad, fraternidad”.

El presidente de EU, Joe Biden, felicitó también a Macron y expresó su alivio por el resultado, además de manifestar su deseo de “seguir trabajando estrechamente” ante los desafíos globales.

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