La Habana.— Los gobiernos de Cuba y Venezuela ratificaron ayer que durante el capítulo que abre la llegada de Miguel Díaz-Canel a la presidencia de la isla mantendrán su estrecha alianza con vistas a lograr una integración económica que cimente “la unidad, la independencia y la liberación del siglo XXI”.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, desde el viernes en La Habana, se convirtió en el primer mandatario en visitar la isla tras el nombramiento del sucesor de Raúl Castro, y aseguró ayer a medios oficiales cubanos que viene a “renovar esperanzas, sueños y mirar al futuro”.

Cuba y Venezuela mantienen una estrecha alianza política y, sobre todo, económica, que se remonta a la etapa de los ya fallecidos gobernantes Fidel Castro y Hugo Chávez.

En la última década, la economía cubana se ha sustentado en el petróleo que suministra Caracas a precios preferenciales a cambio del envío al país sudamericano de médicos y maestros para brindar servicios profesionales, aunque la llegada de crudo ha caído a la mitad en los últimos dos años por la crisis que afronta Venezuela.

La reedición del pacto bilateral llega cuando Cuba busca nuevos proveedores de combustible, ya que no produce todo el petróleo que necesita para cubrir su demanda interna.

Maduro y Díaz-Canel celebraron ayer su primera reunión oficial en el Palacio de la Revolución, después de que el líder venezolano depositara la tradicional ofrenda floral ante la estatua del prócer independentista José Martí, el mismo protocolo para las visitas de alto rango durante las épocas de los hermanos Castro.

“La independencia y la liberación del siglo XXI va a descansar sobre la posibilidad de que nosotros construyamos una unión poderosa en lo económico y a eso nosotros vamos a apuntar todo con el compañero presidente Miguel Díaz-Canel”, dijo el presidente venezolano.

La anécdota de la jornada la protagonizó Lis Cuesta, la esposa de Díaz-Canel, quien se estrenó como primera dama y estuvo presente en los actos oficiales, por lo que inauguró una nueva etapa en el protocolo de la isla comunista, donde hasta ahora los dirigentes mantenían invisible su faceta familiar.

Cuesta, de 47 años, encabezó la formación de personalidades cubanas presentes en el recibimiento a Maduro, por delante del canciller Bruno Rodríguez, y es la primera en recibir el calificativo de primera dama de la reservada prensa estatal cubana.

Antes de viajar a Cuba, Maduro adelantó que aprovecharía para dar un abrazo al menor de los Castro, de 86 años, a quien se refirió como “hermano mayor”, una reunión que tendrá como posible escenario la sede del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

La próxima visita que recibirá el nuevo líder cubano es la de su par de Bolivia, Evo Morales, también estrecho aliado y quien llega a La Habana mañana con una agenda similar a la de Maduro.

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