La Paz.— Los candidatos a la presidencia de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano, y Jorge Tuto Quiroga, de la Alianza Libre, comenzaron ayer sus negociaciones con los otros partidos para sumar acuerdos con vistas a la segunda vuelta del 19 de octubre, después de una primera jornada electoral que puso fin a la hegemonía de la izquierda boliviana.
En las calles de La Paz, los bolivianos no salían de su sorpresa por el claro triunfo del hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993).
“A todos nos quedaba la duda de a dónde iba a ir el voto del MAS [Movimiento al Socialismo, el partido oficialista] que en 2020 sacó 55%. Una parte parece que fue al voto nulo que propuso [el expresidente] Evo Morales, y logró conseguir 19%. El resto se ha ido con Paz, que se mostró como un candidato nuevo, que no ha sido ministro ni presidente”, comentó a La Nación Diego Coronado, sentado en una de las gradas de la Plaza San Francisco, lugar habitual de descanso de los paceños.
A su lado, su novia, Brea Mamani, se sumó a la conversación y atribuyó gran parte de la victoria de Paz a su candidato a vice, el capitán Edman Lara, que fue dado de baja de la Policía Boliviana en 2023 tras denunciar hechos de corrupción.
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“Paz ha ganado únicamente por Lara, que es muy famoso por sus denuncias en TikTok. Me gusta que la población no se ha dejado llevar por la cuestión del ‘voto útil’ para sacar al MAS. Se decía que el derechista Samuel Doria Medina era el ‘voto útil’ contra el MAS, y que votar por Paz era ‘perder’ el voto. Pero esto muestra que la gente no se dejó llevar por el discurso”, dijo Mamani.
Los candidatos pusieron de inmediato manos a la obra. Rodrigo Paz anunció que en los próximos días se reunirá con Doria Medina, a quien agradeció por el respaldo público que le brindó.
“Estaremos en los siguientes días en contacto con Doria Medina porque creo que hay que entender que ahora de lo que se trata es de la máxima amplitud. Nosotros hemos construido un proyecto de todo para todos”, dijo Paz en la red Unitel, y aseguró que la campaña seguirá enfocándose en la gente humilde y tratará de llegar a las comunidades alejadas, como lo hizo en la primera parte del proceso electoral.
Quiroga afiló sus dardos contra el MAS gobernante, y definió la elección del domingo como “el final del MAS en la Asamblea Legislativa Plurinacional”.
Quiroga aludió así a que de tener más de 160 parlamentarios, ahora se proyecta que el MAS sólo tendrá entre siete y ocho. Quiroga, quien ya fue presidente de Bolivia entre 2001 y 2002, lanzó un llamado al oficialista Eduardo del Castillo, pero también a otros candidatos que se desprendieron de esa agrupación, como el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, o incluso al alcalde de Santa Cruz de la Sierra, Johnny Fernández, para sumar fuerzas. “En la segunda vuelta el tema interesante es cómo solucionamos la crisis que nos ha dejado el masismo para dar respuestas al pueblo, porque de lo contrario esto podría ser ‘un veranito’. Por lo tanto, tenemos que dar respuestas y en alianza Libre tenemos la propuesta”, concluyó Quiroga.
Quien sea que gane en la segunda vuelta, en octubre enfrentará un escenario difícil. El país pasa por su peor crisis en 40 años. En cuanto a lo económico, el origen del conflicto está en la cuestión de los hidrocarburos, lo que fue la “gallina de los huevos de oro” en los tiempos del auge del petróleo y el gas de comienzos de siglo.
Pero despilfarros mediante un Estado que aumentó 3.5 veces sus ingresos, multiplicando por siete sus egresos, y la falta de una adecuada reinversión para mantener activa la fuente de financiamiento, terminaron desembocando en la crisis actual con desabastecimiento de combustibles, alimentos e incluso medicinas.
Otro de los desafíos del nuevo gobierno será qué hacer con el expresidente Evo Morales, que está prófugo de la justicia, luego de que se dictó contra él una orden de arresto por trata de menores. Morales celebró el pico inédito de votos nulos en la elección, aunque expresó “respeto” por los resultados.
Una gran tarea que enfrentará también el gobierno es la gobernabilidad frente a un parlamento fragmentado como el que surgió de los comicios de este domingo.
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