Caracas.— La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, se reunió ayer con altos funcionarios en su segundo día de visita a Venezuela, marcado por protestas para llamar su atención sobre la grave crisis.

Cientos de personas se concentraron en distintos puntos de Caracas para advertir a Bachelet sobre el colapso de la salud y los “presos políticos”, entre múltiples denuncias.

A la fecha hay 687 “presos políticos”, según la ONG Foro Penal, cuyo director, Alfredo Romero, será recibido por la Alta Comisionada junto con familiares de opositores presos y de fallecidos en protestas.

Temprano, en la cancillería, Bachelet se reunió con el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, clave en el apoyo militar a Maduro, y con el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno.

“¡Bachelet, escuche al pueblo, no se encierre con políticos que le van a decir que todo está bien!”, gritaron manifestantes frente a la sede del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, donde estuvo la diplomática a primera hora. Trabajadores de la salud y del sector educativo también denunciaron la falta de medicamentos e insumos hospitalarios, y la precariedad de las escuelas.

Venezuela enfrenta la peor crisis económica de su historia reciente y una lucha de poder entre Maduro y el opositor Juan Guaidó.

El fiscal general, el chavista Tarek William Saab, dijo haberle informado a la comisionada que su despacho ha acusado a 596 agentes del Estado por violaciones de derechos humanos. Bachelet, quien hará una única declaración antes de partir el viernes, refirió hace poco denuncias de “asesinatos, detenciones arbitrarias y torturas” por parte de autoridades durante protestas a inicios de este año. El gobierno está dispuesto a “corregir lo que haya que corregir” de la mano de la ONU, afirmó el canciller Jorge Arreaza.

Un informe de la ONU estima que 22% de los menores de cinco años sufre desnutrición y que 300 mil enfermos crónicos están en riesgo.

Bachelet ha dicho que la negativa del gobierno a reconocer el problema torna insuficiente la respuesta oficial. La Alta Comisionada es crítica con las sanciones del presidente de EU, Donald Trump, para estrangular financieramente a Maduro. Teme que la prohibición de comerciar crudo venezolano en el mercado estadounidense agrave las penurias.

El ministro de Planificación, Ricardo Menéndez, le manifestó a la diplomática que esas medidas “vinieron a exacerbar la situación de asfixia de la economía”. La alta responsable abordó esta cuestión el miércoles con Arreaza, quien aseguró que el congelamiento de activos ha mermado el presupuesto para importar fármacos.

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